La rivalidad que han protagonizado el FC Barcelona y el París Saint-Germain en los últimos años ha ido escalando a niveles superiroes, paulatinamente. Desde que el cuadro culé logró la histórica remontada en la eliminatoria de la Champions League 2016-17, venciendo 6-1 a los parisinos, los galos han desarrollado un rencor especial hacia los culés, llevando a cabo artimañas como el fichaje de Neymar, los intentos de reclutamiento a Lionel Messi y ahora, cuando se juega la vuelta de un nuevo enfrentamiento entre ambos, han protagonizado otro episodio de guerra sucia.
El medio Culemania recogió la información de que los ultras allegados al PSG estuvieron lanzando petardos y fuegos artificiales cerca del hotel en el que se hospeda el Barcelona, con la clara intención de no dejar descansar a los futbolistas azulgranas. La periodista Lina Bint Faisal fue una de las personas que reportó el hecho mediante su cuenta de Twitter.
Adicionalmente, los hinchas más extremistas del PSG protagonizaron otros eventos tras la llegada del Barcelona a la capital francesa, saliendo a las calles a manifestar su repudio hacia la presencia de los azulgranas en territorio galo. A través de carteles, los mismos plasmaron mensajes ofensivos que decían "Es la guerra", "Barcelona no es bienvenido" o "Shakira a la Jonquera", entre otras cosas.
Cabe resaltar que, antes de que se jugara el partido de ida en Cataluña, los hinchas del Barcelona también se presentaron en las inmediaciones del hotel donde descansaban los jugadores del PSG y lanzaron pirotecnia. Adicionalmente, los ultras culés presentaron pancartas que ponían "Os devolvemos la de París", haciendo referencia a los anteriores enfrentamientos entre ambos clubes.
El Barcelona, en territorio enemigo
Todo parece indicar que la rivalidad entre el París Saint-Germain y el Barcelona traspasa lo deportivo y hace que ninguno de los dos equipos sea bienvenido en la ciudad de su contrario. Acciones como las protagonizadas por los ultras de cada club, manifestándose en contra de sus contrincantes, son una clara muestra de ello.
Dentro del campo, tampoco es que haya una buena conexión entre los jugadores de ambos bandos, situación que transgrede toda muestra de deportividad en los partidos entre los dos clubes. Un claro ejemplo de esto es el encontronazo que Jordi Alba y Kylian Mbappé protagonizaron en la ida de la eliminatoria presente, en la que el joven francés le dijo al lateral español la recordada frase "En la calle te mato".