Hay momentos que nunca se olvidan. Quedan grabados en la retina y, de manera inconsciente, nos hacen retroceder en el tiempo para recordar exactamente qué hacíamos en aquél instante, o qué fue lo que sentimos. La remontada del 6-1 del FC Barcelona al Paris Saint-Germain fue uno de los momentos más épicos de la historia del barcelonismo, por no decir el que más.
Y también lo fue en la historia de la UEFA Champions League. Nunca antes un equipo había sido capaz de remontar una eliminatoria tras un 4-0 en contra en el partido de ida. Aquella noche del 8 de marzo de 2017, sin embargo, un halo de magia cubrió la noche de Barcelona para que los astros del Barça se alinearan, permitiendo un éxtasis generalizado durante los días posteriores en la Ciudad Condal.
Luis Suárez y Andrés Iniesta, los primeros héroes
El gol de Sergi Roberto hizo temblar los cimientos del Camp Nou. Antes habían marcado Luis Suárez en el primer minuto de partido, y al filo del descanso Andrés Iniesta había protagonizado una jugada de fe y fortuna para hacer rebotar el esférico en un jugador contrario y colarlo en la portería que por aquel entonces defendía Kevin Trapp, hoy segundo portero habitual del PSG.
En la segunda mitad, esperanza, drama y romanticismo. Leo Messi transformó un gol de penalti, imparable para Trapp, e hizo soñar al barcelonismo con otro gol venidero que permitiera empatar la eliminatoria. Ahí fue cuando apareció Cavani para romper la ilusión -o al menos eso pareció-, con un buen gol de volea tras un despiste defensivo de los culés.
Leo Messi y Neymar contrarrestan a Cavani
Cualquier otro equipo habría tirado la toalla, pero no el FC Barcelona. Cuando apenas quedaban diez minutos para el final, el Neymar del Barça, el que entonces disponía del cariño unánime de la afición azulgrana, se inventó un golazo de falta por la escuadra que hizo pensar en una remontada épica. "Qué lástima... Remar hasta el final para nada...", pensarían algunos.
Pero nadie se movió del estadio. Y tampoco de delante del televisor. Porque, apenas unos minutos después, Aytekin señaló un penalti de Marquinhos sobre Luis Suárez que el entonces '11' del Barça, y ahora propiedad del PSG, se encargó de transformar para colocar el 5-1 en el marcador. El Camp Nou estaba expectante, los murmullos invadían el ambiente y, con el corazón en un puño, el barcelonismo recuperó ecos de esperanza.
Sergi Roberto culminó la remontada soñada del Barça
Faltaba la guinda: En el descuento, apenas unos segundos antes de que el colegiado señalara el final del encuentro, un centro desesperado al centro del área fue rematado en posición legal, y entre un mar de piernas, por un Sergi Roberto que se estiró como el personaje de 'Los Cuatro Fantásticos' para, con la puntera, enviar la pelota al fondo de las mallas.
Estaba hecho. No hubo invasión de campo gracias al excelente trabajo de la seguridad del Camp Nou, porque más de uno habría saltado al campo a celebrar la gesta histórica junto a unos jugadores que no dudaron en celebrar la remontada por todo lo alto. Como si hubiesen ganado la Champions League. Porque, si bien es cierto que la Juventus eliminaría al FC Barcelona en la ronda siguiente... Momentos como el del 8 de marzo de 2017 probablemente no volverán a repetirse nunca más en la historia del fútbol. Al menos, pudimos vivirlo. Y sólo quedar dar gracias por ello.