Valverde, del 4-0 en Anfield al 4-0 en el Camp Nou

La llegada de Jon Uriarte a la presidencia del Athletic Club de Bilbao trajo consigo una nueva cara para el banquillo. Después de que Marcelino García Toral tomara la decisión de rescindir su contrato con la entidad vasca, Ernesto Valverde fue el elegido para hacerse cargo del primer equipo. Así pues, el 30 de junio de este año se confirmó el regreso del ex técnico del FC Barcelona, quien volvía a San Mamés para cumplir su tercera etapa como entrenador de los 'leones'.

El retorno del 'Txingurri' llevó mucha ilusión a los seguidores bilbaínos, que fueron testigos de un gran arranque liguero por parte de su equipo. Los 'rojiblancos' comenzaron enrachados el campeonato local, ganando 5 de los 7 partidos disputados entre agosto y septiembre y ubicándose en puestos europeos. Sin embargo, el último mes ha sido una auténtica pesadilla para unos vascos que no conocen la victoria en lo que va de octubre, con 2 empates y 2 derrotas en su haber.

Precisamente, el último 'varapalo' recibido por el Barça ha sido muy duro para el Athletic. Los 'leones' visitaron el Spotify Camp Nou el pasado domingo, en el regreso de Ernesto Valverde a la que fue su casa entre 2017 y 2020. Pese a ser un rival sumamente complicado, los bilbaínos fueron superados en su totalidad desde el primer minuto y la escuadra de Xavi Hernández les dio un repaso de época, marcando 4 goles para conseguir los tres puntos.

Esta goleada, además, tuvo un significado no muy lindo para Valverde. Y es que el histórico entrenador español no perdía un partido por 4 goles de diferencia desde hace más de 3 años, cuando el FC Barcelona visitó Anfield Road el 7 de mayo de 2019 para disputar la vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League frente al Liverpool. Aquella remontada representó el inicio del final de la era de Valverde en el conjunto catalán, quienes le despidieron 8 meses después.

La palabra del entrenador

Al finalizar el encuentro frente a los culés, Ernesto atendió a los medios de comunicación y mostró su lado más autocrítico al afirmar que "no hemos estado ni cerca de ganar, es una evidencia. Hemos intentado el comienzo lanzarles la presión, pero ellos salían bien y luego nos han castigado en las llegadas. En diez minutos nos han hecho tres goles". Ahora, el técnico buscará darle un giro a su complicado presente en Bilbao, donde recibirán la visita del Villarreal el próximo domingo.