Vergonzosa expulsión de Vitor Roque tras volver a 'rugir' con su 2º golazo con el Barça

Vitor Roque mostró ante Osasuna de lo que es capaz y, por si quedaban dudas, ha repetido la hazaña ante el Alavés, en lo que ha sido su segundo gol consecutivo con la camiseta del FC Barcelona. Su sonrisa volvió a marcar el camino en un partido en el que parecía que las cosas podían complicarse, hasta que llegó el 'rugido' del Tigrinho para devolver la calma a la plantilla culé. No obstante, el carioca vio dos tarjetas amarillas en un lapso de cinco minutos y fue expulsado en una acción en la que prácticamente no hubo contacto con el rival.

El joven delantero azulgrana ingresó al campo cuando el equipo necesitaba oxígeno y su entrada fue todo un soplo de aire fresco para el juego culé. Entró sustituyendo a Gündogan en el minuto 59, que arrastraba alguna molestia, y solo le bastaron cuatro minutos en el campo para hacer lo que mejor se le da: marcar goles.

Una gran arrancada de Lamine Yamal abrió huecos en la defensa rival y tras una rápida consecución de pases para cambiar el balón de banda, éste llegó a Héctor Fort, quien puso una pelota en la esquina derecha del área pequeña donde el Tigrinho llegaba como un huracán para colocar un balón cruzado pegado al palo largo. Un gol de 'killer', que el ex del Palmeiras celebró con efusividad sacando las 'garras', en lo que podría ser su sello de identidad.

Martínez Munuera, el 'aguafiestas'

Cuando todo eran alegrías en el Estadio de Mendizorrotza, el ambiente cambió por completo. Tan solo cuatro minutos después de que el carioca anotara el gol del 1-3, en el minuto 67, vería la amarilla en un choque con Tenaglia. Lo que no esperaba el ariete es que cinco minutos después Martínez Munuera le sacaría la segunda amarilla en una acción muy polémica. El delantero llegó tarde en una disputa con Rafa Marín pero apartó el pie y prácticamente no hubo contacto con el jugador del Alavés. Además, al tratarse de una tarjeta amarilla, el VAR no pudo actuar y Roque tuvo que abandonar el terreno de juego ante la incredulidad de todo el banquillo azulgrana.

Así, el joven atacante no pudo tener otra noche 'redonda' como culé y un partido que podría haber sido su segundo consecutivo viendo portería, se convirtió en una noche oscura marcada por una expulsión inexplicable. Pese a todo, el brasileño está demostrando que comienza a soltarse y que tiene mucho que ofrecer en la Ciudad Condal. Un delantero con mucho gol, que podría salvar a los azulgranas en su fase de sequía de cara a portería.