Volvió el clásico 4-3-3 y el Barça completó el mejor partido de la era Setién

El FC Barcelona se exhibió contra el Leganés completando el mejor partido desde que Quique Setién se hizo con las riendas del equipo hace varias semanas. Los culés vencieron por un contundente 5-0 dejando muestras de lo bien que puede jugar a fútbol cuando tiene el día. El conjunto barcelonista esta vez sí fue profundo, vertical y peligroso de cara a gol, y su afición se lo agradeció. Leo Messi por dos veces, Antoine Griezmann​, Clément Lenglet y Arthur Melo fueron los autores de los cinco goles.

El encuentro de los catalanes no tuvo absolutamente nada que ver con el que realizaron días atrás en Valencia o el que jugaron en Ibiza. Ni siquiera se pareció al que disputaron contra el Granada en el debut de Setién. Por primera vez desde que el santanderino dirige al Barça, los blaugrana demostraron que pueden tocar y dominar, y a la vez ser profundos y desequilibrantes en tres cuartos de campo. En ese cambio de mentalidad y de juego tuvo mucho que ver el sistema con el que jugó el entrenador de Cantabria.

Setién venía de apostar por una variante importante al clásico 4-3-3 del Barcelona tanto ante el Granada, como en Ibiza y Mestalla. El ex del Betis decidió colocar solo tres centrales, con el lateral diestro, en esos casos Sergi Roberto, como zaguero por la derecha. Ansu Fati hizo las veces de carrilero y extremo por ese costado derecho, mientras que Jordi Alba se colocó en la izquierda. Ese experimento no cuajó demasiado bien ante los 'nazarís', pero fue contra los ibicencos y los 'ches' cuando hizo aguas.

En Ibiza, el Barça estuvo a punto de caer eliminado ante un Segunda B. Los azulgrana apenas tiraron a puerta en los 90 minutos y no tuvieron casi ocasiones de gol claras. Solo el acierto de Griezmann evitó el desastre en el descuento. Contra el Valencia la cosa fue todavía peor, ya que los valencianistas no desaprovecharon sus ocasiones y vencieron por 2-0. El nuevo sistema le costó al Barcelona varias oportunidades de gol en contra e incluso un tanto, el de Maxi Gómez para el 2-0.

El 4-3-3 mejoró a todos los jugadores contra el Leganés

Defensivamente los barcelonistas fueron un desastre con tres atrás, pero fue su juego con balón lo que más preocupó. El Barcelona apenas creaba juego ofensivo de esta manera y se limitaba a dar pases horizontales hasta que Leo Messi decidía cambiar de marcha e ir a la portería contraria. Con el regreso del 4-3-3 contra el Leganés todo ha cambiado y las cosas han vuelto a su sitio. Este Barça sí ilusiona y sí permite soñar con hacer grandes cosas esta campaña.

La vuelta de los dos laterales ha provocado que en defensa se sufra menos y que en ataque todos sepan mejor sus funciones. El equipo estuvo mucho más ordenado y eso permitió que los futbolistas fueran más incisivos y supieran cubrir mejor todos los espacios. Ansu dejó el ostracismo de la derecha y esta vez sí brilló y desbordó por la izquierda; Frenkie de Jong mandó, buscó los espacios con sus pases y combinó con todos; Messi hizo magia y conectó con sus compañeros con más facilidad e incluso Semedo fue decisivo en una subida para regalarle a Griezmann el 1-0.

En definitiva, las sensaciones contra los pepineros fueron inmejorables y todo apunta que se debió, en parte, al cambio de sistema. La idea de juego de Setién esta vez sí cuajó y el Barça no solo tuvo la pelota, sino que supo qué hacer con ella en todo momento. Habrá que ver cómo responden los futbolistas en 'tests' más exigentes, pero sin duda este es el camino a seguir de cara a lo que resta de campaña.