El mercado de fichajes en verano se agitó dada la noticia del "intercambio" que protagonizarían Miralem Pjanic y Arthur Melo, jugadores de la Juventus y del FC Barcelona en ese momento. El intercambio de cromos fue uno de los movimientos más sonados de la pasada ventana de fichajes y ambos llegaban a sus nuevos clubes con el cartel de estrellas en el cuello.
A pesar de eso, el jugador bosnio no ha logrado hacerse con un hueco fijo en la oncena titular dirigida por Ronald Koeman, ya que el entrenador neerlandés parece no confiar del todo en él. Esta circunstancia ha llevado a que el exfutbolista de clubes como la Roma o el Olympique de Lyon se quejara públicamente, pero esto no ha cambiado de ninguna manera la utilidad que ha buscado darle el míster azulgrana.
En el último encuentro que disputó el Barcelona, ante el Athletic de Bilbao, Pjanic vio nuevamente cómo Koeman lo pasaba por alto, ya que comenzó en el banquillo de suplentes y, a pesar de que el exseleccionador de los Países Bajos lo mandó a calentar durante prácticamente todo el segundo tiempo, no le dio ni un minuto de juego. Incluso, en dicho partido, el míster solo dio entrada a Mingueza y a Braithwaite.
Haciendo un recuento general de la temporada de Pjanic, el mismo ha disputado solo el 40% de los minutos jugados por el club, es decir, 835 minutos sobre el terreno de juego. Esto se resume en 17 encuentros jugados, repartidos en seis por la Champions League y 11 por LaLiga Santander, pero sin goles o asistencias en su registro.
¿Qué pasa con Pjanic?
La falta de confianza que Ronald Koeman tiene en Miralem Pjanic debe tener alguna explicación, ya que el talento del exjugador de la Juventus de indudable y, cuando ha tenido la oportunidad, ha demostrado cosas interesantes sobre el terreno de juego. Sin embargo, esto no es un requerimiento fijo para entrar en los planes de un entrenador, ya que el mismo puede observar cosas que justifiquen la no elección del bosnio para jugar.
Sea porque no está del todo satisfecho con su rendimiento, porque el estilo del jugador no es de su gusto o porque observa algo que no lo deja conforme en el rendimiento de Pjanic en los entrenamientos, Koeman es quien tiene la última palabra en las participaciones que pueda acumular el futbolista. De seguir este ritmo, lastimosamente, el fichaje del capitán de la selección de Bosnia va a pasar de tener el calificativo de estrella a poseer el de estrellado.