El Barça, tal como ocurrió en esta campaña en la cual tuvo un áspero estreno en LaLiga con un empate 0-0 ante el Getafe y una expulsión de por medio, no logró superar al Rayo Vallecano en su primer partido de la temporada 2022/2023, en el que debutaron jugadores como Robert Lewandowski, Raphinha, Franck Kessié y Andreas Christensen. Esto generó una gran expectativa de obtener un resultado positivo para comenzar con el pie derecho en el torneo local, por lo que la decepción fue notoria al no pasar del empate a cero.
En aquella jornada, el héroe resultó ser Marc André Ter Stegen, quien, como suele hacer, realizó varias atajadas providenciales para mantener su arco invicto. Esta paridad ante el combinado 'franjirrojo' generó cierta desazón en la afición, que vio cómo su equipo, recientemente reforzado con nombres estelares, no pudo obtener los tres puntos de manera contundente.
Xavi admitió que el equipo pudo sentirse presionado en ese duelo
Después de ese primer duelo, Xavi reconoció que su equipo pudo haberse sentido presionado: "Lo intentamos de todas las formas posibles. Las expectativas tal vez nos pesaron, les expliqué a los jugadores que ahora la presión es mía". A partir de esto, el clamor del técnico egarense era claro, solo pedía calma, al igual que Jordi Cruyff, quien en ese entonces ejercía como director deportivo del club.
Con relación a esto, el técnico de Terrassa llegó a afirmar: "Con la buena línea que llevaba el equipo en la pretemporada, nos enfrentamos a un equipo bien plantado en LaLiga. El equipo está en construcción y tiene buen aspecto. Queríamos más, pero hay que mantener la tranquilidad". Fue un llamado evidente a apaciguar las aguas, aunque puertas adentro del club, todo era diferente, ya que había cierto clima de malestar y tensión por el resultado.
El de Terrassa reveló lo que ocurrió después del empate ante el Rayo
Xavi explicó en uno de los recientes episodios de la serie 'FC Barcelona, una nueva era' transmitida por Amazon Prime cómo se vivieron las horas posteriores a ese encuentro: "Recuerdo una reunión muy tensa con la directiva después del primer partido de Liga. Con Mateu, el presidente, y Jordi Cruyff. Les dije que mantuvieran la calma, era solo el primer partido de la temporada y habíamos empatado", destacó.
Estas declaraciones del técnico de Terrassa, además de transmitir confianza al seno azulgrana, tuvieron cierto carácter premonitorio. Después de 37 jornadas, el Barça se coronó campeón de LaLiga tras tres temporadas sin probar la victoria en ese torneo, exhibiendo un rendimiento arrollador con 28 victorias, cuatro empates y seis derrotas, anotando más de 70 goles y recibiendo solo 20, convirtiéndose en la defensa más sólida del torneo y el segundo conjunto que más veces hizo vibrar las redes.