Ernesto Valverde, pendiente de las lesiones de Carles Aleñá y Oriol Busquets

El FC Barcelona afronta este año una temporada muy importante, con la segunda campaña del proyecto de Ernesto Valverde en marcha, la salida de Andrés Iniesta o las renovadas prioridades en Champions. Un lugar destacado en la planificación también es para la Masia, y por eso se sigue al detalle las evoluciones de los jóvenes.

El relevo generacional se ha convertido en un tema clave en la Ciudad Condal, que apuesta por volver a la esencia y recuperar la fórmula que tantos éxitos le ha dado en el pasado reciente. Es evidente que será difícil acercarse siquiera a los logros de los Puyol, Xavi, Messi y compañía, pero la idea es que el club siga estando entre los mejores el mundo año tras año.

Así, los culés recibieron con especial ilusión las noticias que el técnico dio hace unos meses, cuando se refirió a los canteranos con los que cuenta para el curso 2018-19. Además de los que suban a entrenar con los 'mayores', el ascenso definitivo será para Carles Aleñá, que será oficialmente miembro del primer equipo y podría estar acompañado de Oriol Busquets.

El problema para el conjunto catalán es que ambos están en la lista de lesionados de larga duración, y probablemente acaben apartados de la pretemporada. La vuelta del de Mataró está prevista para septiembre-octubre, y en agosto-septiembre podría recuperarse al de Sant Feliu de Guíxols. Esto, para el míster, supone un serio inconveniente.

La intención era que todos los jugadores que no disputan el Mundial estuvieran a punto para la gira, donde se podrían trabajar muchos aspectos útiles para los próximos meses y que facilitarían la adaptación a los recién llegados, entre los que se incluye, claro está, a los posibles fichajes, como un Arthur que ya será uno más para el Txingurri.

Valverde buscará soluciones para los jóvenes

Así, Valverde se verá obligado a buscar soluciones para dar entrada a ambos canteranos, dándoles una cuota de protagonismo suficiente para probar su calidad y colaborar en su madurez en el fútbol de élite. En la campaña 2017-18 le costó jugársela con los menos habituales cuando llegó la hora de la verdad, pero deberá ser más flexible para encarar un curso en el que debe esquivar la fatiga, uno de los motivos que explica la temprana eliminación europea.

Entre las alternativas para el de Viandar de la Vera está la Copa del Rey, pero también una Liga en la que caben rotaciones en los partidos menos exigentes, que podrían servir para introducir cambios -de inicio o desde el banquillo- y aprovechar para refrescar las piernas de los titulares y dar algo de energía a los suplentes. El vestuario espera con ganas el nuevo desafío.