Aunque todo lo que rodea el PSG parece que sea de color rosa, no es así. Hay egos, hay gallos en un mismo gallinero... y hay un entrenador muy riguroso con su trabajo. Unai Emery no es de hacer concesiones a las estrellas y eso puede comportar, a menudo, algunos pequeños problemas -que pueden hacerse más grandes-.
Según publica 'L'Équipe' y se hacen eco en la prensa española, tras el partido de Champions ante el Anderletch, en el que el PSG volvió a arrasar, Emery había previsto un entrenamiento con poca intensidad para los titulares. El plan era un poco de trote suave y volver a los vestuarios para hacer trato con los fisios.
Pero no todos hicieron caso de tal orden. Neymar estaba con ganas de participar en los distintos juegos con balones junto a los suplentes y los que no jugaron en Champions. El ex jugador del Barça se acercó a Emery y le pidió continuar la sesión, pero el técnico español se negó. Y eso le generó un cabreo.
Neymar, un jugador muy expresivo, no tardó en dar un balonazo contra la pared, algo que pudo presenciar en primera persona Kobe Bryant, leyenda de la NBA, que estaba en París ese día para un acto publicitario -luego se hizo fotos con 'Ney'-. Los asistentes de Unai y la gente del club se quedó atónita ante tal hecho.
El inicio de todo, Emery
En Francia creen que Unai Emery está siendo exigente con el delantero brasileño. Quizás demasiado, apuntan algunos. Y es que hace unos días en rueda de prensa dejó entrever que esperaba más de Neymar: "Necesita tiempo. Una adaptación no se hace en una semana y a lo mejor necesita un poco más de tiempo. Nos gustaría que este tiempo pasase más rápido, pero Neymar debe adaptarse a Paris, a sus compañeros, a nuestras ideas de juego… Y sus compañeros también deben adaptarse a él", indicó Emery.