La ficha de Clément Lenglet sigue muchísimo daño a la planificación financiera del FC Barcelona. Por tercer año consecutivo, el central comenzará la temporada sabiendo que no tiene sitio en la plantilla azulgrana pero, debido a su elevado salario, es casi imposible cerrar su traspaso definitivo, obligando al club a negociar por una salida a préstamo que solo amortiza una parte de sus emolumentos.
El de Beauvais renovó durante la pandemia del covid-19 hasta 2026 con el compromiso de diferir parte de su salario, el cual ronda los 16 millones de euros brutos por temporada. En la 22/23, el Tottenham se hizo cargo del 60 % de sus emolumentos, que entonces eran de 12 'kilos' anuales. La temporada pasada, el Aston Villa apenas asumió 5M€ de los 16M€ a los que ascendió el salario del galo, un escenario que el club no quiere repetir este verano.
La Serie A, una buena solución para Lenglet, pero no para el Barça
De momento, el Bolonia es el club que más interés ha mostrado en Lenglet, aunque los italianos solo ofertarían por un préstamo sin opción de compra. El defensor de 29 años no está dispuesto dejar Europa, un factor que ha sepultado las esperanzas del Barça de librarse definitivamente de su salario. Arabia sonó con fuerza en 2023 como posible destino para el internacional francés, pero el jugador ni siquiera quiso escuchar ofertas.
Así las cosas, el Barça sigue buscando alternativas para prescindir de una ficha que genera muchos problemas al club en cuanto a masa salarial. La directiva espera regresar en breve a la regla del 1:1 para poder fichar, pero también tiene pendiente inscribir al grueso de la plantilla antes del inicio de LaLiga. Si la salida de Lenglet se posterga hasta el final del mercado estival, será un factor condicionante de la llegada de otros refuerzos para la 24/25.