La directiva del FC Barcelona no quiere dejar cabos sueltos con respecto al futuro de los canteranos de la plantilla. El próximo jugador que extenderá su contrato con el club será Gerard Martín, después del buen comienzo de temporada del zaguero de 22 años bajo las órdenes de Hansi Flick. El de Esplugues de Llobregat podría marcharse libre al término de la 2024/25, si bien su contrato incluye un año más opcional.
Según apuntan las últimas informaciones, el '35' renovará por cuatro años más, hasta junio de 2025, un contrato con el que el Barça busca asegurar a quien muchos consideran como el relevo ideal para Alejandro Balde. La directiva azulgrana se ha reunido esta semana con los agentes del futbolista y el acuerdo podría cerrarse en los próximos días, con un ajuste en su ficha tras el aumento de su cláusula de rescisión.
Flick le puso como titular en la pretemporada ante el Manchester City y el AC Milán, en ambos encuentros ocupando el costado izquierdo. Ante el Valencia, el defensor debutó oficialmente en Liga, ocupando el puesto del lesionado Balde a media hora para el final del partido. Después jugó 65 minutos contra el Rayo, dejando buenas sensaciones en una exigente visita a Vallecas.
Hansi Flick ha sido clave para encaminar la renovación de Gerard Martín
En ese sentido, el trabajo del entrenador alemán ha sido determinante para resolver la negociación con los agentes del zaguero en corto tiempo. La confianza del cuerpo técnico lleva a Gerard a extender su vínculo con el Barça, sabiéndose importante en los planes del de Heidelberg a mediano y largo plazo. Flick apuesta con fuerza por el talento joven y, desde la pretemporada, le ha dejado claro al club que, ante el escaso margen financiero para reforzarse, lo más sensato es dar confianza a los canteranos para explotar todo su potencial.
Martín disputó un total de 41 partidos (3.690 minutos) con el filial, sumando una asistencia. Su versatilidad para defender el costado izquiero y el centro de la zaga a perfil cambiado le convierte en una pieza muy valiosa para dosificar los minutos de la plantilla, en medio de un calendario complicadísimo para los internacionales. Mientras el Barça siga jugando cada 3-4 días, los chavales tienen asegurado el protagonismo tanto en Liga como en Champions, más aún si la plaga de lesiones reaparece en el club.