Adama Traoré está siendo uno de los jugadores más destacados del sorprendente Wolverhampton, que está luchando esta temporada por entrar en Europa. Los Wolves, como popularmente se les conoce, están jugado a gran nivel este curso y el ex canterano del FC Barcelona​ está siendo muy importante en los esquemas de Nuno, su técnico. El ex azulgrana ha dado un salto de calidad en su juego y se dice que podría tener ofertas importantes este verano.

Quién sabe si una de esas propuestas podría ser la del Real Madrid, que tiene un hueco importante en su banda derecha. Aunque no hay nada todavía, es cierto que los blancos no terminan de encontrar a nadie que se asiente y rinda en ese costado. Ni Gareth Bale, ni Lucas Vázquez, ni Rodrygo han demostrado tener nivel actualmente para ser titulares. Brahim Díaz, por su parte, apenas ha tenido oportunidades, mientras que Vinicius juega mucho mejor en la izquierda.

Quizás, por este agujero que hay en esa banda, hay rumores que colocan a Adama como posible objetivo madridista. En el caso de que eso acabar siendo así, el de los Wolves ha dejado ya muy claro que estaría muy dispuesto a 'traicionar' su pasado culé para llegar al Santiago Bernabéu. En una entrevista a 'Mundo Deportivo', el extremo ha declarado que si le llegase una propuesta en firme no tendría ningún problema en estudiarla y aceptarla.

"No me cierro ninguna puerta. Soy feliz en el Wolves y tenemos un gran equipo a nivel profesional y también humano. Es impresionante ver el trabajo de los fisioterapeutas ahora que llega Europa. Pero si tengo que irme al Real Madrid no supondría problema alguno. Decidiré en función de las ofertas que lleguen", admitió. Hay que recordar que hace no mucho más de un mes, el futbolista ya se dejó querer por el conjunto merengue en unas declaraciones similares a estas.

También se ha señalado que el Barça podría estar estudiando su regreso, aunque por lo que dice Adama no se desprende que tenga demasiadas ganas de volver a la que fue su casa, al menos ahora mismo. Aunque el delantero dice no tener rencor por nada y estar muy agradecido, también deja caer que su salida fue algo traumática. "Estuve diez años en Barcelona. Algún día contaré los motivos de mi salida, pero tuvieron que ver con determinadas decisiones de algunos responsables del club. Hubo cosas que no me gustaron. Aunque no tengo ninguna espinita clavada ni rencor hacia el Barça. No tendría sentido. Hay más recuerdos bonitos que malos en mi memoria", afirmó.

Su imponente físico y su deseo de ir a la Eurocopa

El extremo diestro también se refirió a su peculiar físico. No es habitual ver físicos tan imponente como el suyo en la élite y reconoció que sus compañeros incluso bromean por esto. "Entiendo que mi físico es distinto que el de los demás por el trabajo que he realizado, pero también tiene que ver en gran medida con mi genética. Es algo natural. En el vestuario me suelen hacer bromas por mi envergadura, pero a mí me importa ser mejor, más fuerte y más rápido cada día", comentó.

Por último, el de los Wolves dejó claro que su idea sigue siendo jugar con la selección española y no con Mali. El catalán quiere estar en la Eurocopa y hará todo lo posible para que Luis Enrique se fije en él. "Ya hice un comunicado en el que aclaré que quiero jugar con España. Estuve cerca de debutar de no haber sido por una lesión en los isquiotibiales. Trabajé duro por llegar a tiempo pero me resultó imposible. Le agradezco la llamada a Robert Moreno y daré lo mejor de mí para estar en la lista de Luis Enrique para la Eurocopa. Aunque para eso queda mucho", finalizó.