Hace algunos meses era el fichaje estrella del FC Barcelona, y ahora podría convertirse en el primer culebrón del verano. Antoine Griezmann ha frenado la decisión sobre su futuro por la presión del Atlético de Madrid, y a día de hoy todavía no se sabe si continuará en la capital o se marchará a la Ciudad Condal. Las dudas no van a durar demasiado.
Y es que desde su llegada a la concentración de la selección francesa ha reinado el silencio en el entorno del delantero, apenas roto por los juegos de su hermano con la prensa. El de Macon vivió momentos complicados tras la final de la Europa League y en la última jornada de LaLiga, y ha aprovechado a su combinado nacional para relajarse y desconectar.
Aun así, ha tenido que tirar de habilidad para sortear a la prensa en zonas mixtas y zonas de entrenamiento, donde ha sido uno de los más solicitados. Sus compañeros le han ayudado a pasar desapercibido, como por ejemplo el otro día cuando se marchó flanqueado por Samuel Umtiti y Lucas Hernández. Todos le apoyan y entienden que prefiera estar tranquilo.
En la última intervención pública, sin embargo, ha vuelto a haber noticia, más que por la extensión de su mensaje, por la claridad que ha mostrado Griezmann. Cuestionado sobre si su futuro quedará definido antes del Mundial de Rusia la respuesta ha sido "si yo quiero, eso se hará", y ante la insistencia de si será antes del estreno, ha caído un simple y revelador "sí". El caso ha vuelto a avanzar.
Robert Fernández, con la selección francesa
Lo que no pasó desapercibido en el Allianz Riviera de Niza, donde los 'bleus' jugaron y ganaron contra Italia, fue la presencia de un azulgrana en las gradas, y es que Robert Fernández viajó al país vecino para solventar algunos compromisos relacionados con el club. El secretario técnico no conoce su propio futuro, pero de momento sigue trabajando en clave culé.
Más allá de un Antoine Griezmann que parece congelado, el valenciano estaría pendiente de la renovación de Samuel Umtiti, que habría avanzado positivamente en los últimos días. Tras algunos meses de mucha tensión, el acuerdo estaría a un paso, por lo que las últimas reuniones con el futbolista y su agente pueden ser definitivas. El Barça espera buenas noticias.