La temporada del FC Barcelona sigue adelante en busca de los títulos, pero mientras tanto la actividad en los despachos no se detiene. Una de las negociaciones abiertas es la que implica a Arthur y el Grémio de Porto Alegre, y además del convencimiento de los técnicos, el centrocampista tendría el de la afición.
La encuesta propuesta por 'FCBN' deja claro que el brasileño gusta a los seguidores culés, que se decantan mayoritariamente por una incoporación a medio o largo plazo (59% de los votos), situando su llegada en el próximo verano o incluso aplazándola hasta junio del 2019, dada la juventud y proyección del jugador.
Sin embargo, un nada desdeñable 22% advierte que el de Goiania podría ser un inconveniente en el Camp Nou, porque existe el riesgo de que bloquee la progresión de los jóvenes de la Masia, como Carles Aleñá, Oriol Busquets o alguno de los canteranos que ocupan su misma demarcación. En las manos de los técnicos estará saber compaginar dos de las fortalezas del club, con una inversión importante tanto en fichajes como en formación de estrellas.
A pesar de que son las elecciones menos valoradas, hay una parte importante de la afición que considera que habría que haberlo traído este mismo invierno (12%) o incluso que no sería necesario apostar por él (7%), aunque también se refleja que su adaptación se prevé positiva.
Equilibro de plantilla
Sea como sea, está claro que la llegada de Arthur implicaría un esfuerzo en la gestión de la plantilla, en la que deberían convivir las estrellas que ya están, los jóvenes que suban del filial y algunos recién llegados. En este sentido, sería importante destacar que su aterrizaje en el próximo verano podría desencadenar la marcha de Yerry Mina, prácticamente obligado por el brasileño a salir cedido.
La limitación de cupos para extracomunitarios en LaLiga implica que sólo tres miembros del equipo pueden convivir a lo largo de la temporada, por lo que con Paulinho y Philippe Coutinho asentados, la pugna sería entre los dos más jóvenes. Uno de los dos tendría que curtirse durante un tiempo lejos del Camp Nou.