La ventana de transferencias de verano se presenta como una en la que habrán grandes movimientos y sorpresas. El FC Barcelona, a la espera de que mejore su situación económica, tiene la intención de revolucionar su plantilla y conseguir refuerzos de calidad que 'ayuden' al equipo a volver a competir por todos los títulos, después de un año en blanco. Conseguir fichajes para el ataque es una de las grandes prioridades.
Uno de los nombres de este mercado será Raheem Sterling, quien podría abandonar el Manchester City este verano tras los fichajes de Julián Álvarez y, sobre todo, Erling Haaland. El inglés, quien quiere llegar en el mejor nivel posible al Mundial de Qatar, sabe que en las filas del cuadro 'citizen' dejará de sumar tantos minutos como acostumbra y priorizaría encontrar una vía del Etihad Stadium, según la información de 'The Telegraph'.
Sterling, con contrato hasta 2023, ha sido uno de los jugadores más utilizados por Pep Guardiola en los últimos años, pero con la presencia de los nuevos jugadores (y con Jack Grealish, fichado el verano pasado) su situación cambiará abruptamente. Es un jugador muy bien valorado en el mercado (según 'Transfermarkt' cuesta 85 millones de euros) y que puede llegar a liderar el ataque de cualquier equipo de Europa. El FC Barcelona lo ha tenido desde hace algún tiempo en su agenda, pero a día de hoy es una opción complicada.
'Daily Mail' había informado durante la semana pasada que cuatro equipos habían aumentado su interés en el internacional con Inglaterra, el Barça entre ellos, además del Atlético, Real Madrid y Bayern de Múnich. No obstante, 'The Telegraph' apuntó que el Chelsea sería el equipo que más cerca estaría de conseguir un acuerdo con Sterling de cara a la próxima temporada. La confianza se habría instalado en el Stamford Bridge y creen que pueden conseguir negociar con el City.
El Barça lo tiene bastante complicado
Desde Barcelona, por el contrario, el pesimismo es absoluto con respecto a una posible incorporación de Sterling. En invierno, cuando los blaugrana preguntaron por él, el City pidió alrededor de 80 millones de euros. Apuntaron, además, que no aceptarían ningún trueque y que únicamente estaban atentos al 'cash'. Los culés terminaron comprando a Ferran Torres por 55 'kilos' para reforzar la delantera. Seis meses después, la situación en Can Barça es la misma, económicamente hablando, por lo que sería una operación bastante complicada.
Asimismo, hay otros nombres antes de él (Lewandowski, el primero) y porque, a día de hoy, el club no está en condiciones de completar traspasos. Los culés están a la espera de conseguir vender sus activos/patrimonio (BLM, Barça Studios o los derechos televisivos) para salvar el ejercicio de pérdidas y pensar en traspasos puntuales, con la realidad en contra de cara a una revolución como la que quiere Xavi en su plantilla.