El pasado miércoles, el Brujas hizo oficial la incorporación del delantero Víctor Barberá tras rechazar la oferta de renovación que le hizo Barça. De esta manera, es otro de los grandes talentos de la Masía, quien, con tan solo 18 años, se termina escapando antes de poder debutar con el primer equipo pese a su enorme potencial. Esta pasada temporada, los goles del Barça Atlètic estuvieron a cargo del atacante barcelonés hasta que rechazó continuar vestido de azulgrana.
Fue el máximo goleador del filial y contribuyó en parte para que los de Rafa Márquez tuviesen la oportunidad de luchar por el ascenso a Segunda. Sin embargo, al momento de parar los contactos para su renovación, tras aceptar la irrechazable propuesta que le hicieron llegar desde Bélgica, misteriosamente dejó de ser tenido en cuenta por el entrenador mexicano.
El contrato consiste en una mejor oferta económica, mayor tiempo de duración, y jugar en la élite europea. Víctor se formó en el Sant Gabriel y despuntó en la Damm, donde solo estuvo una temporada. Después llegó al Barça en el curso 2020-2021, logrando 19 goles en su primera temporada y proclamándose máximo realizador de la División de Honor de juveniles. Con la salida del habilidoso delantero, se confirma que hay una fuga de talento importante en la Masia culé.
Crisis en la Masia por la fuga de talento de sus jugadores
Con la salida de Víctor Barberá, se confirma que la Masia está pasando por una pequeña crisis, pues los jóvenes prefieren marcharse en busca de oportunidades en otros equipos antes de luchar un puesto en el primer equipo. Hace pocos días también se confirmó la marcha de Ilias Akhomach, quien tenía propuestas desde la Premier League, pero que finalmente parece que jugará en el Villarreal
Los dos delanteros son solo algunos de los casos de jugadores formados en casa que deben marcharse para poder triunfar. Esto es algo que definitivamente debe cambiar, pues ante la dura situación económica por la que está atravesando el club se debería apostar por jugadores de la casa. Ellos entienden perfectamente cuál es la idea de juego y sobre todo sienten los colores como nadie más los puede sentir.