El FC Barcelona cerró su cuarta 'salida' de este verano. Francisco Trincão ha pasado a ser jugador del Wolverhampton por la próxima temporada. El club inglés se encargará de la totalidad de la ficha del extremo portugués y el Barça celebra que ha podido liberar su masa salarial y acercarse, un paso más, a cumplir con el 'Fair Play' financiero de LaLiga. Sin embargo, hay un punto 'extra' en la operación del luso.
El diario inglés 'The Athletic' ha desvelado que el Barça ha incluido en la cesión del jugador portugués una opción de compra no obligatoria de unos 29 millones de euros. Así pues, con la posibilidad de que los ingleses se 'enamoren' del rendimiento del extremo portugués, los blaugrana no recibirían nuevamente en el 2022 al jugador.
Cabe recordar que la 'operación Trincão' ha ido de la mano del mismo agente, Jorge Mendes, quien tiene una parte de la propiedad del Wolverhampton. El portugués repite el trayecto de su compatriota, Semedo, aunque éste llegó al Molineux Stadium con un traspaso definitivo. En el caso del jugador de 21 años, los Wolves tienen sus reservas y prefieren ver cómo evoluciona para decidir si abonarán o no los 29 'kilos'.
Esa sería la situación ideal para el Barça, porque estarían recuperando prácticamente toda la inversión que hicieron el verano pasado, cuando lo compraron al Sporting de Braga por 31 millones de euros. En cualquier caso, los culés son conscientes de que Trincão es uno de las jóvenes promesas del fútbol europeo, pero no terminó de cuajar en el planteamiento de Ronald Koeman y, con el 3-5-2, quedó totalmente relegado al banquillo.
Una temporada sin brillo
La realidad es que el extremo portugués tuvo una temporada muy discreta en el Camp Nou. En total, disputó 42 partidos, con un total de 1.309 minuos, que serían unos 14 enfrentamientos completos. Además de registrar tres goles y dos asistencias. Su actuación más importante como culé, sin duda, fue en el partido ante el Real Betis en LaLiga, en el Benito Villamarín, en el que anotó un gol 'salvador' en el último suspiro del choque para darle la victoria a los suyos (2-3).
13 días después consiguió anotar un doblete, frente al Deportivo Alavés, pero su figura e importancia se debilitó cuando Koeman cambió de sistema, al 3-5-2. El neerlandés estaba sirviendo como revulsivo y, con solo dos delanteros, alargó la lista de espera en el banquillo, dejándole a él como una de las últimas opciones para el entrenador.