Christian Eriksen, el ex jugador del Tottenham que quería toda Europa el verano pasado, está otra vez en venta. Tras media temporada en los Spurs, salió, en el mercado de invierno, al Inter de Milán que pagó un traspaso de 27 millones de euros por el jugador danés. Parece que su aventura por Italia ha llegado su fin.
En apenas seis meses, en los que incluimos una cuarentena provocada por una pandemia global, el jugador ha pasado de ser uno de los mejores jugadores de las cinco grandes Ligas a tener un rol de 'jugador importante' suplente. Pese a aparecer en los partidos importantes del Inter, no ha llegado a ser un intocable.
Tanto es así que el club italiano ha decidido mostrarlo en el escaparate y ofrecer sus servicios, declarándolo jugador transferible. El técnico italiano, Antonio Conte, no ha sido capaz de ubicarlo en una posición en la que el jugador se sienta a gusto, por lo que aceptarán cualquier oferta cercana a los 40 millones de euros por el mediocentro.
El gran problema con Eriksen es el sistema táctico de Conte. Su formación de 3-5-2 ha dejado fuera de juego al media punta internacional con Dinamarca, uno de los jugadores con más cartel la pasada temporada. Es evidente que no ha tenido una adaptación ideal, dado que llegó unos tres meses antes que el coronavirus.
Christian Eriksen, con pie y medio fuera de Milán
De forma evidente, esta situación ha supuesto un duro golpe para Christian Eriksen. El jugador pensaba que llegaba a Milán para ser una pieza clave en el proyecto, después de poder integrarse debidamente en el grupo italiano.
Conte ya está pensando en otros jugadores para la temporada que viene del Inter. El técnico ha pedido al club la llegada de N'Golo Kanté, el jugador del Chelsea, para reforzar defensivamente el centro del campo. Esta situación pondría todavía más en jaque a Eriksen, que esta temporada ha tenido que ser suplente incluso de Gagliardini.