La sorprendente convocatoria de Philippe Coutinho con la selección de Brasil ha dado lugar a una situación inesperada, y es que el futbolista llevaba unos días apartado en el Liverpool por una presunta lesión de espalda. A su llegada a la concentración, se admitió que el centrocampista estaba muy afectado por su frustrado traspaso al Barça, y en el duelo de la 'canarinha' se produjo una reacción inevitable del de Río.
Después de varias semanas con mucho estrés, el ex del Inter volvió a calzarse las botas y dejó buenas sensaciones sobre la hierba del Arena do Grêmio, donde coronó su actuación con un gran gol. Tras marcar llegó la sorpresa, y es que además de por sonrisas y alegría, el jugador fue protagonista por sus lagrimas. Rompió a llorar y se abrazó a Willian, el primero en llegar antes de fundirse con el resto de sus compañeros.
Coutinho no pudo contener su emoción a falta de pocas horas para el cierre de mercado, sabiendo que quizá no acabe jugando en el Camp Nou y con la amarga sensación de que hay trenes que pasan una vez en la vida. Si el Liverpool y el Barça no llegan a un acuerdo, será el primer perjudicado.
Paulinho, renovado
Quien también aprovechó su oportunidad con la selección fue el único brasileño que ha sobrevivido al verano del Barça, Paulinho. El recién llegado volvió a demostrar que está en un gran estado de forma y se adueñó de la medular de la 'canarinha', también poniendo la guinda con un tanto afortunado en un saque de esquina.