Xavi Hernández llevará las riendas del banquillo del FC Barcelona hasta el 30 de junio. Ha tomado la decisión de abandonar el equipo, después de poco más de dos años, para impulsar una nueva dinámica y cambio de ciclo. Se siente como el mayor responsable de la crisis deportiva azulgrana que les ha llevado a perder la Supercopa de España y Copa del Rey en cuestión de dos semanas y quedarse en una situación más que delicada en LaLiga, a diez puntos del Real Madrid con únicamente 22 jornadas disputadas.
El anuncio se produjo en la rueda de prensa posterior a la derrota contra el Villarreal. Se había retrasado más de lo normal y dio lugar a una ráfaga de informaciones sobre lo que estaba pasando tras vestidores. Joan Laporta, máximo mandatario del club, se había reunido con su círculo de confianza para definir la hoja de ruta tras el varapalo en el Estadi Olímpic Lluís Compannys mientras Xavi y los jugadores atendían a los primeros medios de comunicación para repasar, como tal, el partido ante el submarino amarillo.
La incertidumbre se instaló cuando Xavi entró a reunirse con Laporta. Era el momento de dar explicaciones, porque el encuentro breve entre directivos había determinado que todo estaba en las manos del entrenador y que, en principio, iba a seguir. No le iban a destituir y provocar una crisis mayor en plena temporada con LaLiga y Champions League en juego, por lo que daban potestad al de Terrassa de continuar al mando del equipo y definir él su hoja de ruta.
Reunión tensa, pero con calma entre Laporta y Xavi
No se han revelado muchos detalles del encuentro, como tal, entre los dos. Sí se intuye que ha sido el momento en el que Hernández confirmó al máximo mandatario su intención de abandonar el equipo cuando termine la temporada para que comience una nueva dinámica. Era una decisión que había tomado hace unos días, tras analizarlo con su esposa, Núria Cunillera, su hermano Óscar, que también es su asistente, y con su equipo de trabajo. No fue una decisión tomada desde la emocionalidad de la derrota, ni por el impulso de los últimos resultados. Lo tenía meditado y entendía que, en este momento y después de la actuación del Barça, era la oportunidad para comunicarlo y que se comience el camino para trazar al nuevo conjunto azulgrana.
Xavi sí ha confesado que la conversación con Laporta tras la derrota ante el Villarreal fue "muy humana" y que le ha mostrado confianza, pese a su intención de salir, de cara a lo que queda de temporada, confirmando que "no me muevo por situaciones económicas", dejando caer que 'perdonará' el dinero que le queda por cobrar y que se "mueve por el corazón". En varias oportunidades el egarense recalcó que "pienso que es la mejor situación. No quiero ser un problema" y de allí su decisión de salir.
Nuevo camino por delante para el Barça
Para el Barça comienza una nueva etapa, completamente distinta. Hace poco más de dos años, en noviembre de 2021, Joan Laporta enviaba a Rafa Yuste y Mateu Alemany a negociar con el Al-Sadd para que Xavi se convirtiera en el relevo de Ronald Koeman, a quien había destituido días antes por una derrota contra el Rayo Vallecano. Ahora, al máximo mandatario blaugrana le corresponde tomar nuevamente las riendas y buscar a un nuevo entrenador. El tercero desde que volvió a la presidencia.