Llegó tarde, pero llegó. Finalmente Ronald Koeman tiene a Memphis Depay como nuevo jugador de su Barça y se espera con ansias que debute con el club. Ya está en Barcelona y comenzará a entrenar con el club, mientras fuera de las instalaciones todavía hay dudas sobre lo que puede aportar.
Hablar de calidad es redundar cuando el nombre de Depay está en la mesa, porque con el paso de los años ha demostrado que magia le sobra y pese a no estar en los mejores registros goleadores, es uno de los atacantes con más desequilibrio que hay en la actualidad del fútbol, tal como lo demostró en su paso por Francia.
El problema está en su concentración o regularidad, esa que le faltó muchísimo cuando estuvo en el Manchester United tras su explosión en Holanda. La llegada a la Premier parecía lo mejor para el jugador luego de la velocidad que mostró en la Eredivisie, además del regate que acompañaba su carrera.
Pero nada pasó de esa forma y se diluyó en una dinámica nociva que solo profundizó más con su vida fuera del campo. Llegó a Francia a ser uno de los fichajes más mediáticos fuera del entorno del PSG, para potenciar a un Lyon que de su mano hizo grandes actuaciones en Champions y le mantuvo como uno de los estandartes de la selección de su país.
La Eurocopa era la última gran cita antes de regresar a la élite y la fase de grupos lo confirmó, que más allá de goles o cifras, tuvo a Depay siempre activo y con gran rendimiento, pero los octavos pasaron factura y al margen de la expulsión un compañero, se vio muy poco de Memphis, de nuevo, en un partido importante.
Esa desconexión del campo y del equipo en momento puntuales le ha pasado factura al propio Messi en el Barcelona y en Argentina, pero en la jornada siguiente marca Hat Trick y de desentiende de las críticas, algo que se le exigirá a Depay en el Barça y lo que genera una gran cantidad de dudas de cara a la próxima temporada.
Profundidad
La llegada de Memphis sí deja en claro que profundidad en ataque habrá, ya que Ansu Fati y Messi continuarán en el club, lo mismo que Agüero, recién fichado. En el esquema de tres centrales y un mediocampo poblado, Koeman podrá tener opciones para la ofensiva.