Como es bien sabido, el FC Barcelona tocó con bastante fuerza a la puerta de algunos delanteros el pasado verano, con el fin de encontrar un óptimo sustituto para Luis Suárez. El que más llegó a sonar fue el holandés Memphis Depay, quien era del agrado del técnico Ronald Koeman y tenía un precio accesible para el equipo.
Sin embargo, el fichaje del ex Manchester United por el Barça nunca fue realmente intentado por los directivos del equipo, ya que su llegada habría supuesto un exceso en el límite salarial. La vía para que pudiera concretarse el arribo de Memphis al Camp Nou pasaba por dar salida a Antoine Griezmann o a Ousmane Dembélé y, aunque este último pudo marcharse justamente al Manchester United a préstamo, el mismo jugador rechazó la oportunidad y cerró por ahora el capítulo de Depay.
A pesar de todo el Olympique de Lyon, club dueño de la ficha del polivalente holandés, trató por todos los medios de facilitar la venta del jugador al Barcelona. La citada fuente también reporta que los despachos del cuadro francés llegaron a tasar la operación en ocho millones de euros más variables.
Esta situación trae, inevitablemente, recuerdos de hace un año, cuando desde el seno del Barcelona se intentó traer de vuelta a Neymar, quien había partido al París Saint-Germain en 2017, a cambio de 222 millones de euros. Sin embargo, los esfuerzos de la dirección deportiva azulgrana no llegaron a colmar las ambiciones del club parisino, quienes no se lo pusieron tan fácil al Barça como el Lyon lo hizo con Memphis, por lo que la vuelta del astro brasileño a su exequipo tampoco pudo darse.
Pros y contras de los fallos del Barcelona
Si bien la llegada tanto de Neymar en su momento como de Memphis Depay hubiesen significado un impulso de calidad enorme para la plantilla del club blaugrana, los fallos al tratar de concretar dichos fichajes han dejado algunas buenas noticias para el equipo. En primer lugar, no se vio afectada una masa salarial que ya sin la llegada de ambas estrellas era sumamente alta y que, de haberse realizado los fichajes de ambos o incluso uno de los dos, hubiese sido un problema de enormes dimensiones para el Barcelona.
Por otro lado, tanto el descubrimiento de Ansu Fati, como su progresivo desarrollo, fueron gracias a la falta de efectivos para ocupar el extremo izquierdo del ataque en la alineación culé. De haber llegado Neymar, posiblemente nunca se hubiese sabido de la calidad del joven jugador, quien ahora es una de las ilusiones más grandes de cara al presente y futuro del club.
Depay, el delantero que puede llegar en enero