Tras unos meses complicados en el Camp Nou y varias semanas de rumores, el verano 2019 ha confirmado el adiós de Malcom al FC Barcelona. El de Sao Paulo llegó del Girondins de Burdeos como una joven promesa, pero Ernesto Valverde no le dio demasiadas oportunidades y se ha marchado como una venta importante, encabezando la operación salida de los catalanes en la ventana estival.

Uno de los factores clave en su traspaso es que no dejará un agujero en la economía barcelonista. Los nuevos responsables del club han logrado sacudirse esa fama de malos vendedores que siempre arrastraban los culés, y tras abonar 41 millones de euros por su incorporación hace un año, el Zenit de San Petersburgo se ha comprometido a pagar 40 'kilos' fijos más un total de cinco adicionales en conceptos variables.

Pero otro aspecto decisivo ha quedado algo enterrado, y es que también se libera una plaza para jugadores extracomunitarios. LaLiga permite hasta tres futbolistas con esta condición en las plantillas de sus participantes, y junto al ex del Corinthians, también estaban y permanecerán en el vestuario Arthur y Arturo Vidal (brasileño y chileno), dos piezas importantes en los planes del entrenador.

Este detalle tiene más peso del que parece, ya que aparta restricciones y abre la puerta a posibles fichajes. No hace falta enredarse demasiado para poner el primer ejemplo, ya que Neymar se marchó a París con la solicitud de la doble nacionalidad a medias (quería añadir la brasileña a la española) y ahora ocuparía uno de esos puestos reservados, en caso de que finalmente se confirmara su regreso a la Ciudad Condal.

El ex del Santos es uno de los casos más importantes, pero no es el único que ha sido relacionado con los azulgrana en los últimos tiempos. En la agenda también están otros, como el mexicano Hirving Lozano o el brasileño Richarlison, pero surjan los nombres que surjan, lo que está claro es que ahora hay un hueco para certificar negocios con total libertad, al menos en un futuro inmediato.

El Barça podría seguir trabajando para liberar extracomunitarios

El 'problema' de los extracomunitarios lo tiene muy presente el Barça, que a partir del año próximo podría tomar medidas para liberar más plazas en su plantilla. Arturo Vidal tiene 32 años y contrato hasta 2021, por lo que su estancia en el Camp Nou podría ser más breve, pero para Arthur, que apenas tiene 22 años, podría preparar también una solicitud de doble nacionalidad, que en España exige haber pasado al menos dos años de residencia en el país. De esta forma evitaría contratiempos en futuras incorporaciones, teniendo en cuenta que el centrocampista es una opción de futuro para los catalanes.