Es posible que la marcha de Paulinho Bezerra al FC Barcelona acabe, a la larga, favoreciendo al conjunto culé. Y es que el Barça se ha quedado ahora sin una pieza clave en el centro del campo, pero dispone de 50 millones de euros extra para gastar en el mercado de fichajes y reforzarse con jugadores más jóvenes que el brasileño y con una mayor proyección por delante.
El primero en llegar ha sido Arthur Melo, aunque el compatriota de Paulinho no dispone de sus mismas características de juego, y aterriza en el Camp Nou para ejercer una función más de distribución del balón y creación de juego.
En cualquier caso, el FC Barcelona pretende fichar también a un recambio directo de Paulinho, y ahí es donde entra un 'efecto dominó' que podría beneficiar a los intereses del cuadro azulgrana. Y es que el PSG está muy interesado en hacerse con el fichaje de N'Golo Kanté, pilar indiscutible del Chelsea y en la selección de Francia.
Naser Al-Khelaifi suele ser muy persuasivo cuando un fichaje se le pone entre ceja y ceja, y si finalmente consigue hacerse con los derechos de propiedad de N'Golo Kanté, tendrá que desprenderse de otro centrocampista talentoso de su actual plantilla.
Ese sería Adrien Rabiot, quien no estaría del todo a gusto en el Paris Saint-Germain y accedería sin problemas a un cambio de aires. El FC Barcelona querría contar con sus servicios, y él, por su parte, estaría encantado de llegar a un equipo con aspiraciones de conquistar todos los títulos temporada tras temporada, incluida la Champions League, y encima con varios de los mejores jugadores del mundo.
El Barça puede aprovecharse de la situación del PSG
Rabiot aportaría físico y sacrificio al Barça, pero también talento, llegada desde segunda línea y consistencia. A sus 23 años, y a pesar de que Deschamps no se lo ha llevado al Mundial de Rusia 2018, es ya uno de los mejores del mundo en su posición y cuajó una gran pasada campaña en el PSG. El conjunto francés, además, necesitará vender si cierra nuevos fichajes para cumplir con el 'Financial-Fair Play'. ¿Se aprovechará el Barça?