Hace apenas unos meses, la opción Adrien Rabiot era una operación secundaria para el FC Barcelona, pero a medida que se ha adentrado en el verano, se ha convertido en una posibilidad real. El camino para que el Saint-Maurice acabe vistiendo de azulgrana es largo, pero los catalanes ya han arrancado e intentarán vencer la resistencia del PSG. Con el futbolista, de momento, estaría todo hecho.
Varios medios informan que las reuniones de los culés con la madre y representante del centrocampista han dado sus frutos, y el club y el jugador estarían en sintonía con las condiciones que ambos pretenderían en su contrato. Precisamente, una de las cuestiones que le aleja de la Ligue 1 es su falta de entendimiento con los 'bleus', algo que con sus nuevos pretendientes habría sido más sencillo.
Las exigencias del galo son económicas y deportivas, porque se quiere sentir valorado pero también explotar más sus cualidades. Su petición empezaría por jugar más adelantado, sin limitarse a un pivote defensivo y realizando un papel más parecido al que se reservó para Paulinho, a quien podría venir a sustituir.
En cuanto al sueldo, entraría en un escalón asumible para el Barça, cobrando algo más de 7 millones por temporada. Tiene 23 años y todos le ven como un proyecto a largo plazo, pero dados los informes que guarda el cuerpo técnico y su unanimidad respecto a su elección, no habría problemas en ponerle ficha de crack para acercarle todavía más a la Ciudad Condal.
El Barça intenta ponérselo fácil al PSG
Contando con una negociación bastante sencilla con el crack, el verdadero desafío es el PSG, que de momento se habría negado a la salida del francés. La discusión se mantiene entre un Nasser Al-Khelaïfi partidario de apurar las opciones de renovarle y un Antero Henrique que prefiere hacer caja con su venta, aunque todo podría depender de la presión que ejerza el Barça.
La estrategia azulgrana pasa por ir de cara con los parisinos, conversando sin tensiones y sabiendo que de la potencia de su oferta podría depener su éxito. Es decir, que cuanto más dinero ofrezca mejor, a pesar de que todos saben que en seis meses el centrocampista será libre para negociar su salida a coste cero, porque acaba contrato en 2019.
Tras los caso de Marco Verratti y Neymar, las relaciones entre ambos clubes son algo menos que inexistentes, por lo que Éric Abidal y Pep Segura deberán jugar sus bazas con muchísima precaución. Los culés también saben que a los 'bleus' les gusta mucho N'Golo Kanté, por lo que toca comprobar si el tira y afloja es beneficioso o se encierra en una nueva discusión sin sentido.