Hace algunos meses que el FC Barcelona anunció una opción de compra por Arthur, y en este verano debe confirmar su fichaje. Si la activa, todo apunta a que el Gremio de Porto Alegre le conservaría, en principio, hasta enero de 2019, pero esta previsión podría cambiar tras los últimos acontecimientos que han tenido lugar en la Ciudad Condal.

Hace unos días, 'FCBN' adelantaba que el club tenía previsto consultar con Ernesto Valverde si prefería adelantar su incorporación, y la respuesta del técnico habría sido afirmativa. Hay dos factores que han empujado al preparador extremeño a tomar esta decisión, uno relacionado estrictamente con la sala de máquinas y otro con un caso reciente.

La salida de Andrés Iniesta sería el primer motivo, porque la zona de creación debe reforzarse contando que Philippe Coutinho podría actuar más adelantado. Así, en el perfil de creativo puro apenas quedaría Denis Suárez, a la espera de confirmar otra llegada de máximo nivel que se habría programado tras la negativa de Antoine Griezmann. Además, con Carles Aleñá lesionado de larga duración podrían necesitarse más efectivos.

El segundo argumento sería la trayectoria de Yerry Mina, que se vio frenado por la fase de adaptación y apenas dispuso de minutos tras aterrizar en enero en el Camp Nou. El salto a Europa no es nada fácil, y cuando se disputa el tramo más importante de la temporada, el Txingurri no es partidario de hacer experimentos. El hecho de no poder hacer la pretemporada perjudica a cualquiera, y más en las circunstancias en las que se encuentran ambos jóvenes, recién llegados a uno de los equipos más exigentes del mundo.

El Barça tendrá que negociar con el Gremio por Arthur

El problema para el Barça es el Gremio se ha negado en rotundo a una posible salida anticipada de Arthur, y su única respuesta al respecto ha sido pedir más dinero en caso de que se produzca. El traspaso ya está cifrado en 30 millones de euros fijos y 9 más en conceptos variables, y dada la inversión de los últimos tiempos, los azulgrana preferirían no moverse de lo pactado.

En este sentido, tras unos primeros contactos poco esperanzadores, la escuadra tricolor habría abierto la puerta a una negociación en la que los catalanes tendrían bastante confianza. Adelantar alguno de los pagos fraccionados o subir ligeramente alguna bonificación o variable podría ser una solución, en la que se trabajará a fondo en los próximos días.