Se acerca el día 31 de agosto y el FC Barcelona tiene la plantilla casi cerrada, aunque hay algunos casos que resolver antes de que cierre el mercado de fichajes. Las prioridades, de momento, están en el capítulo de bajas, y uno de los nombres señalados es el de Rafinha Alcántara, que sigue teniendo muchos pretendientes aunque podría quedarse en el Camp Nou.
La permanencia del brasileño se acerca con el paso de los días, y aunque el Real Betis no se ha rendido, no apurará hasta el final por su incorporación. No hace mucho que se iniciaron los contactos, pero los avances se producen con mucha lentitud y las posturas todavía están muy alejadas. Ambas partes habrían decidido darse un ultimátum para tratar el asunto.
Si antes de que acabe la semana no hay acuerdo, los verdiblancos descartarán al de Sao Paulo y se centrarán en otros objetivos, ya que aún tendrían algo de margen para retocar un equipo que se la ha pegado a las primeras de cambio. En una campaña en la que deben afrontar tres competiciones (LaLiga, Copa del Rey y Europa League), el Levante les sorprendió con una goleada.
El canterano del Barça sería un gran refuerzo para lo que queda de curso, pero la caja no da para hacer otro esfuerzo y los catalanes mantienen su idea: Si tiene que salir, será con un traspaso, o como mucho con una opción de compra obligatoria, elevada y firmada. En caso contrario, su continuidad tampoco sería una mala noticia, y más viendo el nivel que ha ofrecido desde que volvió de Milán.
El Barça se moverá antes del cierre del mercado de fichajes
Aunque quedan pocos días y no se esperan grandes sorpresas, no se ha descartado algún movimiento en el Barça, y parece que, de la misma manera, afectará a la operación salida. El más probable es un Paco Alcácer que todavía busca destino, ya que no tiene el puesto asegurado y a la competencia que ya tenía se le ha sumado Munir El Haddadi, por delante en las preferencias de los técnicos.
Así, quedan Rafinha e Ivan Rakitic como posibles alternativas, y la respuesta es la misma para ambos: Si no hay oportunidad de mercado, se quedarán. Sólo en el caso de que se repita la situación que determinó la marcha de Paulinho, con una propuesta ideal para el club y para el crack, habrá un adiós, y si no, los culés no pretenden debilitarse.