El FC Barcelona se está moviendo mucho y muy bien en este mercado de fichajes con la idea de dejar lo más cerrada posible la plantilla para la temporada 2019-2020. Pero el club culé no se conforma con eso y muchas de sus adquisiciones también están pensadas para reforzar la plantilla de cara a los próximos 10 años.
La política de fichajes del equipo barcelonista está alternando a la perfección el corto, el medio y el largo plazo con jugadores contrastados y con jóvenes promesas que podrían llegar a ser los próximos dominadores del fútbol europeo en su posición. Política que contrasta sobremanera con la de un Real Madrid que lleva varias temporadas descuidando su futuro más inmediato al comprar solo jugadores con proyección que todavía no han despuntado en la élite.
Solo en las últimas dos temporadas el Real Madrid ha comprado hasta a siete jugadores menores de 23 años para su primer equipo. La campaña 2017-2018 llegaron Theo Hernández (19 años) del Atlético de Madrid por 24 millones de euros y Dani Ceballos (20 años) del Betis por 16,5 'kilos'. Este pasado verano los blancos seguirían esa política fichando a Odriozola (22 años) por 30 millones de euros, al portero ucraniano Lunin (19 años) por 8,5 millones, a Vinicius Jr. (18 años) por ni más ni menos que 61 'kilos' y a Brahim Díaz (19 años) -que llegó este mercado de invierno- por 17 millones. Además, este verano llegará del Santos el joven brasileño, Rodrygo (18 años), por 45 millones de euros.
Fichajes de futbolistas jóvenes y con proyección que podrían llegar a ser grandes aciertos si hubieran llegado acompañados de jugadores contrastados. El gran problema de la planificación de los blancos es que mientras se incorporaban estos futbolistas empezaron a salir jugadores importantes de la plantilla merengue como Morata, James, y sobre todo Cristiano Ronaldo este pasado verano. El Madrid vendió a su gran estrella y decidió seguir fichando promesas, en lugar de comprar presente, una elección que está pagando cara esta temporada.
Mientras tanto, el Barcelona se ha ido moviendo con más inteligencia y ha ido planificando su plantilla pensando tanto en el presente, como en el futuro. Solo estas dos últimas temporadas llegaron Lenglet (23 años), Semedo (25 años), Dembélé (21 años), Arthur (22 años) o Coutinho (26 años), jugadores jóvenes -algunos muy jóvenes, como el ex del Borussia Dortmund-, pero con calidad y, a excepción del ex del Gremio, Arthur, con experiencia en equipos importantes del panorama europeo. Además, mientras también llegaron veteranos curtidos en mil batallas como Paulinho la temporada 2017-2018 o Arturo Vidal en esta 2018-2019 para darle al equipo barcelonista veteranía, empaque y saber estar en los momentos importantes.
Este mismo mercado de invierno los culés también anunciaron que el próximo verano incorporarán a una de las grandes promesas del fútbol europeo, Frenkie De Jong. Por el holandés suspiraba media Europa, sobre todo el PSG, pero el Barça se adelantó a todos ellos y cerró al del Ajax por 75 11 millones de euros. El futbolista está llamado a ser uno de los grandes centrocampistas del futuro y a sus solo 21 años ya es titular indiscutible y uno de los líderes del Ajax. Es el sustituto natural de Busquets, los culés lo sabían y por eso dieron el resto por él. Además, también llegará libre el central Todibo procedente del Toulouse. El francés de solo 19 años, al que muchos comparan con Varane, tiene una pinta extraordinaria y a la sombra de Piqué, Umtiti (otro fichaje joven y de presente que realizó el Barça la campaña 2016-2017) y Lenglet tiene tiempo de crecer y madurar como futbolista.
No todos los fichajes de jugadores jóvenes pueden funcionar
Si algo está aprendiendo el FC Barcelona estas últimas temporadas es que no siempre se puede acertar. El buen rendimiento de futbolistas como Dembélé, Lenglet o Arthur contrastan con el bajo nivel mostrado por ejemplo por Malcom (21 años), que llegó por 40 'kilos' como un refuerzo de lujo para el presente y el futuro culé y todavía no ha terminado de encajar. Otros nombres que no funcionaron estas últimas campañas son Deulofeu (24 años), Yerry Mina (24 años) o Alcácer (25 años), que se han tenido que marchar del Barça para mostrar su mejor nivel.
Queda claro que fichar promesas no asegura nada, pero la planificación del Barça augura que pueden pasar grandes cosas en can Barça las próximas temporadas con lo que ya hay (Messi, Suárez, Busquets, Piqué o Alba) y lo que está por venir. Mientras, el Real Madrid tendrá que ponerse las pilas este verano si no quiere perder el tren en el que el Barça ya circula a máxima velocidad.