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Vinicius Jr, joven promesa del Flamengo

VINICIUS, ATADO POR EL REAL MADRID

El FC Barcelona no lanzará una contraoferta por Vinicius

Publicación:7/05/2017 - 22:14h

Actualización:7/05/2017 - 22:17h

Vinicius Jr, gran admirador de Neymar, habría aceptado ya marcharse al Real Madrid cuando cumpla los 18 años en una operación que desde Brasil cifran en 61 millones de euros. El FC Barcelona no está dispuesto a igualarla por un futbolista de 16 años

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Todo parece indicar que el Real Madrid tiene ya prácticamente cerrado el fichaje de Vinicius Jr de cara al verano de 2018, cuando la actual joven promesa del Flamengo cumpla los 18 años y de esta manera no se vulnere la normativa UEFA que impide fichar a jugadores menores de edad.

Medios como "Marca" y "Globoesporte" fueron los primeros en informar del acuerdo entre todas las partes por el traspaso de Vinicius, en una información a la que se ha unido el resto del mundo mediático internacional.

Vinicius Jr, que sonó durante meses como para el FC Barcelona, habría acabado aceptando la cuantiosa oferta de un Real Madrid que abonará 45 millones de euros al Flamengo y llegará hasta los 61 "kilos" contando las primas de fichaje para Vinicius y su representante.

El FC Barcelona, según asegura la prensa catalana, no está por la labor de igualar una oferta que se considera cuanto menos arriesgada por un futbolista que actualmente tiene 16 años y, aunque apunta maneras de "crack", puede verse muy mal afectado por la fama y las portadas, sin llegar finalmente a las expectativas que se han depositado sobre él.

Ödegaard, el precedente del Real Madrid

Basta con recordar lo que le sucedió al Real Madrid con Martin Ödegaard, joven promesa noruega a la que se fichó a base de talonario y que ha terminado saliendo por la puerta de atrás a un club de segundo o tercer nivel internacional, consumido por una fama meteórica que acabó mermando su progresión y condiciones futbolísticas.

El Barça sabe del peligro de este tipo de operaciones, y por ello no apostará por igualar una oferta más que desorbitada. Eso no quita que no esté nada contento con el hecho de que una promesa que tenía controlada acabe marchándose al eterno rival.