Estuvo alguno años a la sombra, pero en las últimas temporadas, el Liverpool se ha propuesto recuperar toda su gloria. Los ingleses ya dieron muestras de sus intenciones complicándole la vida al FC Barcelona en la venta de Philippe Coutinho, pero también quieren ser grandes comprando y han dejado claro no se andan con muchos rodeos.
Alisson Becker era hasta hace unos días uno de los porteros más deseados a nivel internacional, pero ha llegado a Anfield convertido en el guardameta más caro de la historia. Advertía Monchi que las negociaciones con la Roma se habían intensificado y que el acuerdo estaba a punto de confirmarse, y ha llegado cerca de la medianoche de este jueves haciendo mucho ruido.
El jaleo se ha formado porque el traspaso se ha cifrado en 73 millones de euros, desglosados en 62,5 en conceptos fijos y alrededor de 10 en variables. El récord hasta la fecha era para Gianluigi Buffon, que allá por el 2001 dejó el Parma para empezar su aventura en la Juventus previo pago de 53 'kilos'.
El brasileño no es el único bombazo que los 'reds' han dado en los últimos mercados de fichajes, y es que también poseen a un Virgil van Dijk que es el defensa más caro de la historia. El dinero que los azulgrana invirtieron en el centrocampista carioca pasó rápidamente a manos del Southampton, que se había negado hasta entonces pero ingresó 78,8 millones por dejar salir a su central estrella.
El Liverpool liquida el caso de Loris Karius
A pesar de que el anuncio especifica que Alisson llega para pelear la titularidad a Loris Karius, visto el rendimiento del alemán no tendrá demasiados problemas, y es que su nuevo compañero hizo famosa su irregularidad en el peor escenario posible. En la final de la Champions fue el verdugo del Liverpool, con dos errores tremendos que acabaron de enterrar sus opciones tras la lesión de Mohamed Salah.
El propio Jürgen Klopp había salido en defensa del germano por una posible conmoción cerebral ocurrida durante el encuentro, pero el cancerbero volvió a quedar retratado en dos de los partidos de pretemporada de los británicos. Dado el esfuerzo económico y la diferencia de calidad, podría decirse que habrá un cambio sonado en el once.