Tras un un duro tira y afloja el pasado verano, FC Barcelona y Liverpool se volverán a encontrar durante el mes de enero para cerrar el traspaso de Philippe Coutinho, pero podría no ser la única complicación que los ingleses han ocasionado a los catalanes. Después de su último movimiento, será más difícil cerrar el relevo de Javier Mascherano.
La cuestión está bastante clara: El mercado de fichajes se encuentra en plena explosión inflacionista, y si la salida de Neymar ya disparó los precios, también lo ha hecho la llegada de Virgil Van Dijk. Los 'reds' pagaron 85 millones de euros para sacar al holandés del Southampton, y el resto de clubs han subido sus exigencias por los defensas.
"Yo no tengo la culpa, el mercado está así", se defendía hace poco el jugador, y aunque no le falta razón, su mudanza ha sentado un peligroso precedente. Con los zagueros rozando la barrera de los 100 'kilos', hay equipos que ya piden 30 por futbolistas con apenas seis meses de contrato, intentando hacer negocio por activos que en seis meses saldrían a coste cero.
En medio de este fuego cruzado se encuentra ahora el Barça, que tiene varias opciones en su lista y que no quiere vaciar su cartera a lo loco. En enero ya se buscaba una solución temporal que se está alargando más de lo esperado, pero en verano también habrá que afrontar más fichajes y algunos de ellos están subiendo como la espuma.
Coutinho, otro rompecabezas
La postura de los clubs es muy clara: Si por un jugador se ha pagado una millonada, el mío no va a ser menos. Y así sucesivamente. El Barça ya rompió su propio récord con la contratación de Ousmane Dembélé, y podría volver a hacerlo si confirma la incorporación de Philippe Coutinho. Antes, debe superar un gran obstáculo, que como en los últimos tiempos ha ocurrido, sigue siendo el Liverpool.