Hace poco menos de un año que el PSG lanzó un aviso a navegantes con el fichaje de Neymar, y poco después volvió a dinamitar el mercado quedándose con el deseado Kylian Mbappé. La descontrolada chequera de los franceses inquietó a los grandes clubes y puso en alerta a la UEFA, pero finalmente su investigación se ha quedado en una advertencia.
La sanción por incumplir el 'Fair Play Financiero' no ha sido tal, porque los galos alcanzan los requisitos aun estando realmente al límite. Han pasado unos meses de análisis y exámenes diversos, pero tras un importante debate, el máximo organismo del fútbol europeo ha concretado que en esta ocasión no habrá penalización alguna para los de la capital.
De momento, la única consecuencia será que habrá supervisión durante unos meses más y que los 'bleus' deben recuperar 60 millones de euros en ventas antes de que acabe junio. Esta es la única vía para que se mantengan en el margen de déficit estipulado, ya que si no, sí que podrían recibir un castigo correspondiente a la próxima temporada y seguir en alerta para las próximas.
"El impacto financiero (en el año 2018) de los movimientos en el mercado de fichajes desde el verano de 2017, incluidos los de la próxima ventana (la de este verano), sigue sujeto a una estricta supervisión", aclara la UEFA, que hace referencia en gran medida a los pagos que se deben afrontar por Kylian Mbappé, cuyo coste de 180 millones de euros fue camuflado a través de una cesión con opción de compra obligatoria.
La sospecha sigue acompañando al PSG
Otro de los puntos calientes en las observaciones son sus contratos de patrocinio con varias entidades con sede en Qatar, que se ajustaron en el momento justo para esquivar una sanción que por momentos parecía cantada. Estas relaciones continúan bajo sospecha, pero no se han encontrado datos que refuercen la necesidad de tener que cumplir condena.
La devaluación de unas cifras que se habían considerado infladas ha librado al PSG, que de esta manera acumula pérdidas pero no las suficientes como para una sanción. Así, las prisas se reducen a alguna gran venta en lo que queda de mes y una vigilancia perpetua de sus movimientos en el mercado.