El Real Madrid no esperaba sufrir una derrota tan contundente y dolorosa contra el FC Barcelona en el Clásico, y está claro que tras la humillación ante la afición del Santiago Bernabéu los merengues tendrán que cambiar algunas cosas para intentar alzar el vuelo de nuevo en LaLiga Santander 2017-18, recuperar la confianza y, si es posible todavía, luchar con el Barça por el título doméstico.
Los de Ernesto Valverde mostraron una tremenda superioridad sobre el césped madridista, y es por ello que, según aseguran medios de comunicación como 'MD', el Real Madrid tendría previsto moverse en el mercado de fichajes de invierno para asegurarse la llegada de algunos refuerzos con los que mejore la competitividad del equipo.
El Clásico era un examen para comprobar el estado de forma de los blancos tras un comienzo de temporada 2017-18 más que criticable, y los jugadores madridistas no fueron capaces de pasar la prueba. Es por ello que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, podría empezar a mover hilos para que en enero lleguen algunas caras ilusionantes.
Se buscaría principalmente a un delantero que haga los goles que no marca Benzema, y también a un defensor con el que el conjunto blanco pueda mejorar sus prestaciones atrás. Además, cada vez parece más probable que Kepa Arrizabalaga, guardameta del Athletic de Bilbao, hará las maletas rumbo a la capital española para provocar la salida de Kiko Casilla, con ofertas de varios clubes de LaLiga.
Cambios en la plantilla del Real Madrid
De momento Zidane no habría pedido ningún fichaje al tener plena confianza en la plantilla que tiene, pero a nadie se le escapa que este Real Madrid tiene múltiples carencias en todas las líneas, después de un verano en el que se le marcharon algunos jugadores destacados como Álvaro Morata, Pepe y James Rodríguez para que llegaran varias jóvenes promesas.
Unos jugadores como Ceballos, Theo Hernández o Vallejo que, al menos de momento, no es que estén teniendo una gran incidencia en las alineaciones que coloca Zinedine Zidane sobre el terreno de juego. ¿Será acaso el técnico francés el verdadero problema?