El FC Barcelona aterrizará en el mercado de fichajes del verano 2018 con la lección bien aprendida: Antoine Griezmann, Arthur y uno o varios centrales. Pero eso no significa que su planificación inmediata aparte las previsiones a largo plazo, y es que de cara al futuro también hay cuestiones muy importantes que abordar.
Además de reforzar la posición de la Masia, los catalanes están muy pendientes de las jóvenes promesas del panorama mundial, y han descubierto una que ha llamado la atención de varios grandes. Rodrygo Goes es la nueva sensación del Santos, y muchos le comparan ya con Neymar por su impacto con 17 años y una trayectoria que apunta a estrella del mañana.
Los primeros tanteos han servido para destapar que el delantero está por la labor de vestirse de azulgrana, pero no será nada fácil porque, entre otros, rivales como el Liverpool, el PSG, el Manchester United o el Real Madrid también le van detrás. Partiendo de esta base, la directiva culé pretendía empezar la negociación pronto, aunque ha encontrado otro obstáculo.
El Santos quiere un mínimo de 50 millones por Rodrygo
Sabedor de que muchos pretendientes han empezado ya la carrera por bloquear el fichaje del joven paulista, el Santos se ha remitido a la cláusula para empezar las conversaciones. El mínimo son 50 millones de euros, y a partir de ahí, cualquier cantidad superior será bienvenida.
La intención del conjunto brasileño no es otra que convertir su venta en una subasta, algo que ya hizo con el propio Neymar y que le asegurará gran cantidad de beneficios. En este mercado estival son muchos los que necesitan recuperar la ilusión tras los fracasos de la temporada, y una llegada de estas características puede contentar a la afición.
El problema es que, en estas condiciones, Rodrygo se convierte en una apuesta tan prometedora como arriesgada. Es cierto que al atacante se le aprecia ya madera de crack, pero sin haberse probado en Europa y a una edad tan temprana, su precio es prohibitivo. Toca jugársela o esperar, pero si no se da el primer paso luego pueden llegar lamentos. Hay que estar muy pendientes.