Ílkay Gündogan ya esta en Manchester para firmar su nuevo contrato con el Manchester City. El futbolista acordó su salida del FC Barcelona después de una temporada en la que disputó 51 partidos (solo se perdió un par por lesión), sumando 5 goles y 14 asistencias. Si bien tenía contrato hasta 2026, el mediocentro prefirió regresar al club donde lo ganó prácticamente todo entre 2017 y 2023, incluyendo la Champions.


En ese sentido, se abre el debate sobre quién gana más con el regreso del jugador de 33 años. Por un lado, el Barça se muestra satisfecho con la operación, ya que a pesar de no recibir dinero por su salida logra librarse de un salario elevado y de un futbolista mayor que, en su primera temporada, dejó algunas dudas con su rendimiento y adaptación, sobre todo en cuanto al entendimiento fuera del campo con varios compañeros.

El ex capitán alemán facturaba 18 millones de euros brutos al año, con lo cual el club libera margen salarial suficiente para inscribir a Dani Olmo. Además, el ex '22' culé acordó su salida de forma amistosa, perdonando al club los dos años de contrato que le restaban (tenía asegurado quedarse para la 25-26 al haber disputado más del 60 % de los partidos del curso anterior). Lo malo, eso sí, es que Hansi Flick pierde a una de las piezas que consideraba claves para su idea de juego, más allá de los roces que ambos tuvieron en la selección alemana.

En el caso del City, también hay conformismo al poder recuperar un futbolista clave para Pep Guardiola. Ílkay fue capitán del conjunto 'sky blue' en sus dos últimas temporadas, levantando la Champions en Estambul antes de acabar contrato. Además, su regreso se concreta a 'coste cero', de la misma forma en la que se marchó el verano pasado. De ahí que, en líneas generales, tanto culés como 'cityzens' hayan dado luz verde a las negociaciones en poco tiempo.