Se acerca el mercado de invierno y el FC Barcelona sigue buscando un refuerzo para la medular, un fichaje que apunta a Philippe Coutinho pero cuya complicación podría aparcar hasta el verano. Contando que los catalanes ya trabajan con varios planes de acción, no sería de extrañar un posible cambio de estrategia, y entre los nombres que gustan está el de uno que ha vuelto a brillar, Christian Eriksen.
El danés está confirmando todos los informes que apuntaban a que era una estrella en potencia en todas las vertientes, tanto en el Tottenham como en la selección, y mejorando en todas sus facetas. A sus 25 años ha dejado de ser un proyecto para convertirse en un futbolista confirmado, algo que ya advirtió siendo uno de los líderes en el segundo clasificado de la pasada edición de la Premier League.
En este curso ha dado un paso adelante, y está tirando del carro en la clasificación para el Mundial, al que ha guiado a Dinamarca, y en el proyecto europeo de los 'Spurs'. Bien preparado físicamente, con una visión de juego impecable y una llegada que le permite ser un peligro de cara a portería, es un centrocampista total.
¿Alternativa o primera opción?
Si está realmente entre los objetivos del Barça, está haciendo méritos suficientes como para competir con Philippe Coutinho, con el que se puede comparar con total tranquilidad. Quizá el danés es un centrocampista más puro que el de Río, más acostumbrado a jugar cerca del área y menos dado a ocupar un puesto de interior nato.
Ambos nacieron en 1992, y son habituales en la producción de goles y asistencias. Si algo marca realmente la diferencia, es su estado físico, puesto que en los últimos meses, Eriksen está resistiendo mejor a las lesiones. Los azulgrana ya saben a que precio se enfrentan con el internacional brasileño, y aunque puede que hayan preguntado por el de Middelfart, hay otro asunto a tener en cuenta: Acaba contrato en 2020, dos años antes que el del Liverpool. ¿Merece la pena cambiar de objetivo?