El impacto económico que el coronavirus ha tenido sobre la economía del fútbol mundial no ha cambiado la idea del FC Barcelona de reforzar su plantilla con futbolistas importantes. En esta ocasión, los elegidos parecen ser Lautaro Martínez, delantero centro del Inter de Milán que los culés ven como relevo generacional de Luis Suárez, y Miralem Pjanic, centrocampista de la Juventus que se considera clave para  el juego de posesión.

No obstante, ninguno de los dos fichajes va a ser nada sencillo. En el caso de Lautaro Martínez, porque el Inter de Milán le considera un jugador clave y no parece tener la intención de venderle a no ser que sea de manera forzosa, tras el pago de su cláusula de rescisión. No obstante, esta está cifrada en 111 millones de euros y solamente disponible en la primera quincena de julio, lo que dificulta mucho que el Barça pueda reunir todo ese dinero.

La alternativa que manejan los culés es abaratar la operación incluyendo a algún futbolista de su plantilla, como Junior Firpo o Nélson Semedo, pero parece que de momento el Inter de Milán se cierra en banda y se remite a la cláusula. Precisamente este intercambio de futbolistas también es la fórmula que se pretende utilizar para fichar a Pjanic, pero también hay dificultades importantes con el mediocentro de la Juventus.

En especial, porque la 'Vecchia Signora' tiene claro que su prioridad para poder cerrar el intercambio es que Arthur Melo sea la moneda de cambio, pero parece que el brasileño no está por la labor de abandonar el Camp Nou este verano y así lo ha anunciado en multitud de ocasiones durante las últimas semanas. Esa intención del brasileño hace que Pjanic se aleje mucho del Barça.

Algo que lleva años pasando

Lo que está sucediendo y sucederá con Lautaro y Pjanic no es nuevo en el FC Barcelona y es que parece que no hay fichaje sencillo en el Camp Nou. Cada vez que el club catalán se interesa por algún jugador importante, aparecen dificultades por distintos motivos. Precios desorbitados, posturas enrocadas de sus clubes propietarios o falta de liquidez son algunos de ellos.

El Barça sufrió mucho para poder cerrar a jugadores como Frenkie de Jong -al que pretendía el PSG- o Antoine Griezmann -que dio plantón un año trás con un documental- el pasado verano. Antes, ya había sucedido con futbolistas como Ousmane Dembélé o Philippe Coutinho, por los que se acabaron pagando precios desproporcionados. Aunque hay que recordar también que con jugadores como Neymar y Rodrigo Moreno se acabó fracasando.