Lamine Yamal alcanzó este jueves los 16 años de edad y ahora el jugador del FC Barcelona ya firmar su primer contrato profesional con el equipo azulgrana. Precisamente desde la entidad catalana trabajan desde hace varios meses para asegurar la continuidad del delantero en el club, donde se le considera el mejor talento surgido del fútbol base en los últimos años.

De hecho, el joven delantero, representado por Jorge Mendes, ya recibió un mensaje positivo cuando al estrenarse con el primer equipo en abril, convirtiéndose en el debutante más joven del Barça en un partido de Liga con 15 años, 9 meses y 16 días, después de que Xavi Hernández lo convocó una semana antes presentándolo como un jugador "que puede marcar una época en el club".

El acuerdo está completado para que Yamal siga siendo azulgrana

Aquella presentación en la que le bastaron diez minutos frente al Real Betis para inventarse una asistencia de gran gestación, que no supo concretar Ousmane Dembélé ante el portugués Rui Silva, fue la mejor muestra para que ambas partes entendieran que el futuro pasaba por seguir juntos, y el periodista Fabrizio Romano apuntó que ahora mismo se encuentra todo completado para que Lamine pueda firmar su primer acuerdo como profesional.

El contrato de Yamal llegaría de acuerdo con la normativa de la FIFA, la cual apunta que el delantero sólo podrá firmar un contrato de tres temporadas al estar aún en etapa de juvenil. Esa oferta ya estaría sobre la mesa de Mendes, quien únicamente debe responder con el momento y lugar para que el Barça anuncie que tiene 'atado' a su mayor talento, quizás de la última década. 

La hoja de ruta del Barça con su más grande 'perla'

Hasta entonces, esta temporada al menos, el plan del Barça es que el joven talento pase a formar parte de la plantilla del Barça Atlètic a las órdenes de Rafa Márquez, aunque entrenando a menudo con Xavi y pudiendo ser tenido en cuenta cuando este lo considere para los partidos del primer equipo. Así podría empezar la consolidación de Yamal en el primer equipo, sobre todo si empieza a ser determinante en una línea de ataque que tiene más dudas que certezas.