El FC Barcelona aún tiene trabajo por delante para poder fichar al deseado extremo

El FC Barcelona ha acelerado la 'operación salida' en las últimas horas para encontrar aire en medio de sus problemas financieros. Ilkay Gündogan y Vitor Roque serán los primeros en abandonar el 'barco', con la marcha del alemán generando un margen importante en límite salarial puesto que cobraría cerca de 15 millones de euros esta temporada y la próxima, mientras que la cesión del brasileño no impactará en el 'fair play' ya que no estaba inscrito como jugador del primer equipo.

Sin embargo, y pese a que ambas salidas están pendientes de oficialización, la entidad azulgrana todavía no ha podido entrar en la regla 1/1 para fichar con normalidad. Las cuentas no cuadran en los libros de Deco y se deberán producir más salidas para ajustar los números del club. Tras 'Gündo' y 'Tigrinho', Lenglet podría ser el próximo 'sacrificado'. El Atlético de Madrid tiene encaminado un acuerdo de cesión con los catalanes para hacerse con los servicios del francés, pero algunos flecos pendientes impiden cerrar el trato, y de esta manera, liberar más masa salarial. 

De igual forma, Mika Faye sigue a la expectativa de lo que pueda suceder con su futuro. El jugador abandonará la Ciudad Condal con toda seguridad, y desde Francia, el Lille y el Rennes presionan por su contratación. El PSV Eindhoven también se habría unido a la puja a última hora, pero las altas pretensiones del Barça han 'estancado' las conversaciones. Los culés rebajaron sus exigencias y aceptarían una cifra cercana a los 11 millones de euros más 4 en variables para cerrar su traspaso, pero a cambio piden incluir una cláusula de recompra valorada en 40 millones en el trato, condición que complica las negociaciones. 

El 'caso extremo' sigue en el aire

Así las cosas, queda claro que para los culés es imposible asumir el fichaje de otro jugador mientras no se avance en los demás apartados. Según 'MARCA', la salida de Lenglet tampoco produciría el 'fair play' suficiente para adquirir a un gran futbolista, motivo por el cual opciones como Nico Williams o Rafael Leao son inviables para la entidad, ya que para acometer una incorporación de este calibre se debe producir una gran venta.

Distinto es el caso de Federico Chiesa, que comienza a ganar enteros en los despachos del Spotify Camp Nou. El italiano es la alternativa 'low cost' de la institución blaugrana, con la cifra de su traspaso oscilando entre los 15 y 20 millones de euros. Además, el futbolista estaría dispuesto a hacer un esfuerzo económico y rebajaría su salario para unirse al conjunto dirigido por Hansi Flick, por lo que todos los caminos empiezan a conducir a Turín.