El fichaje de Luís Figo por el Real Madrid ha sido uno de los movimientos más polémicos en la historia del balompié mundial. El portugués firmó su contrato con los merengues después de vestir la elástica del FC Barcelona por cinco temporadas, en una transacción bandera que catapultó la candidatura de Florentino Pérez a la presidencia en Valdebebas.
Sin embargo, el documental de Netflix titulado 'El caso Figo: El fichaje del siglo', desengrana con más detenimiento algunos de los detalles que, en su momento, no fueron desvelados a la luz pública. Uno de ellos fue la importancia en las negociaciones de José Veiga, representante del '10', y Paulo Futre, su amigo, ya que ellos se encargarían de enviar al 'astro' luso al Santiago Bernabéu.
El ex Atlético de Madrid fue la primera persona con la que contactó Florentino para mostrar sus intenciones de firmar al entonces capitán del Barça, que precisamente se encontraba en una disputa con la directiva culé para mejorar sus emolumentos. En ese momento, Futre llamó a Veiga en presencia del ahora presidente blanco para explicarle el interés del Madrid, a lo que el agente respondió colgándole el teléfono. Sin embargo, el exfutbolista hizo ver que seguía manteniendo una conversación.
"Aquellos 30 o 40 segundos que fingí hablar con Jose Veiga para pensar algo que decir fueron la clave de toda la operación", asegura Futre, quien no dejó pasar la oportunidad de cerrar un acuerdo valorado en seis millones de euros por comisiones que repartiría con Veiga en caso de que el traspaso llegara a buen puerto. Esto apenas era el comienzo de una operación en 'bola de nieve' que aumentaría luego de que el mánager firmara un precontrato con una cláusula millonaria de incumplimiento.
Traspaso inminente
Después de que Figo declarara públicamente su amor por la camiseta blaugrana, la dupla Veiga-Futre tuvo que viajar a Italia (donde se encontraba de vacaciones) para convencerle de que firmara con el Madrid a causa del precontrato que habían firmado. Este les penalizaría por 30 millones de euros si la operación no procedía, por lo que estaban en una gran encrucijada.
Joan Gaspart, presidente del Barcelona, asegura que Figo se comunicó con él pidiéndole un aval bancario para garantizar su continuidad en el club, pero el propio jugador desmintió estas declaraciones frente a las cámaras. Finalmente, el lusitano terminó firmando un contrato por cinco campañas con un Real Madrid que pagó los 60 millones de euros de su cláusula, lo que significó un antes y un después en la historia de El Clásico.