El 'culebrón Neymar' sigue dando coletazos pero naturalmente, con el paso de los días, cada vez queda más cerca de la resolución de su futuro. Pese a que el FC Barcelona y el Real Madrid seguirán muy atentos a la posibilidad de ficharle antes de que cierre el mercado, ahora está muy presente la posibilidad de que el brasileño se quede en el Paris Saint-Germain.
De hecho, según las informaciones publicadas por el prestigioso medio francés L'Equipe, empiezan a haber “signos de reconciliación” entre Neymar y el club galo. De hecho, se detalla que "Neymar y Leonardo se hablan de nuevo” y que “esta semana se les ha podido ver juntos en algunos entrenamientos”.
El medio de comunicación anteriormente citado asegura que fuentes cercanas al entorno de ambas partes dejan claro que "esto ya no es la guerra" y que ahora ya "se habla civilizadamente". Algo que podría hacer que el abismo entre el club y el jugador no sea tan grande y que ahora quepa la posibilidad de volver a ver a Neymar con la camiseta del Paris Saint-Germain.
Pero la realidad es que la voluntad de Neymar sigue siendo cambiar de aires este mismo verano. Al brasileño le encantaría volver a jugar en el FC Barcelona, pero el club catalán no mantiene buenas relaciones institucionales con el Paris Saint-Germain y dicha posibilidad es difícil. El Real Madrid ha ganado terreno en las negociaciones en los últimos días, mientras que la Juventus es el gran 'tapado' del brasileño.
Pese a las exigencias parisinas, azulgranas, blancos y bianconeros siguen abiertos a que Neymar pueda reforzar sus plantillas. Naturalmente no quieren pagar más de lo que el brasileño costó al PSG, ya que sus dos últimas temporadas siembran ciertas dudas, pero en ningún caso se cierran a su llegada, que sería un golpe de mercado de grandes dimensiones.
Fecha límite para Neymar
Hay que recordar que la fecha límite para el cierre del mercado es el día 2 de septiembre. Si en aquel momento Neymar no se ha marchado, se verá obligado a quedarse en la Ligue 1, lidiando con un Leonardo que ya le echó la bronca por su actitud, con algunos compañeros de vestuario que no le tienen bien visto y, sobre todo, con una afición que días atrás le insultó y le invitó a marcharse.