De una manera o de otra, Kylian Mbappé parece que va a tener que seguir conviviendo con su relación con el Real Madrid. Su coqueteo durante años con el club blanco ha provocado que, a pesar de extender su contrato con el PSG, se le cuestione cada par de semanas si se ve a futuro en el Santiago Bernabéu. También a su entorno. “¿Si jugará algún día en el Real? No lo sé”, ha comentado Luis Campos, asesor deportivo del campeón francés y persona cercana a Kylian.
"Sé que hay muchas conexiones entre nosotros porque lo conocí con 14 años. No sólo tengo una relación profesional con Kylian, también de amistad. Creció conmigo, a mí me encanta LaLiga, pero la decisión de jugar en España es suya, no mía", afirmó durante una rueda de prensa en Vigo. El luso comparte el puesto de asesor deportivo del PSG con el de máximo responsable del área deportiva del Celta, al que llegó en pasado verano con la idea de construir un proyecto "a largo plazo".
El ex dirigente del Lille igualmente explicó que "Kylian puede jugar en todas las ligas, pero en este momento lo veo muy bien en Francia y en el PSG. El fútbol tiene memoria corta, y el fútbol también nos da muchas veces lecciones muy importantes. Creo que Kylian ha tomado su decisión de quedarse en el PSG, y ahora el club tiene que disfrutar de su calidad. No sé que pasará mañana, lo importante es disfrutarlo ahora", apuntó.
En cualquier caso, el propio Campos cree que la afición parisina no tiene que temer por una salida de su futbolista más importante para las próximas temporadas. “En su momento tomó la decisión de quedarse y ahora mismo le encuentro muy bien, feliz en el PSG. En París la gente tiene que disfrutar de tener a uno de los mejores, por no decir al mejor actualmente”, ha comentado el director deportivo, consciente que Mbappé vuelve a ser protagonista en el Mundial.
Un enamorado del Celta
Sobre el proyecto del equipo gallego, Campo explicó que Es importante que el proyecto deportivo esté acompañado del económico para que el club tenga una estabilidad y continúe viviendo. Lo que me ha hecho venir es un lado emocional, porque venía a Vigo con mi padre a comer, a comprar y a ver el Celta. Es parte de mi historia y de muchos portugueses del norte. El Celta era una oportunidad de ver un fútbol distinto. Después, también me encanta la Liga, que es uno de los mejores campeonatos del mundo. Siento que es un club bien estructurado, bien pensado, con unas condiciones fantásticas para crecer”.