El Bayern de Múnich vive una profunda crisis en la que no parecen existir soluciones. Los resultados no acompañan al equipo y ya están, prácticamente, despidiéndose de la opción de ganar la Bundesliga. Están a ocho puntos del Bayer Leverkusen y no ofrecen garantías de que puedan 'reaccionar' en los próximos partidos. Thomas Tuchel es el primer señalado y su continuidad pende de un hilo, aunque desde el club descartan su destitución antes de que finalice la temporada.
Lo cierto es que, dependiendo de lo que pase con el entrenador teutón, habrá varias decisiones clave en el conjunto muniqués. Uno de los nombres señalados en rojo es el de Joshua Kimmich. Su contrato vence en 2025 y se desconoce si va a renovar o no, pero lo que sí parece seguro es que la decisión tendrá mucho que ver con Tuchel. La decisión entre ambos está completamente rota. En Alemania, de hecho, destacaban en las últimas horas que Manuel Neuer tuvo que separar al centrocampista y a Zsolt Löw, segundo entrenador, tras la derrota frente al Bochum.
No es el primer 'encontronazo' entre el jugador y entrenador, porque desde hace algún tiempo han tenido varios roces que derivaron con que Kimmich perdiera su condición de indiscutible en el XI muniqués. Cuando Julian Nagelsmann estaba en el banquillo, él era una especie de 'extensión' del técnico en el terreno de juego. Ahora, su rol en el equipo es completamente distinto, como quedó demostrado en el choque contra el Bayer Leverkusen, cuando Tuchel optó por Pavlovic y Goretzka.
Los líos con Tuchel pueden terminar en el adiós de Kimmich
La decepción del jugador de 29 años fue evidente. Según una información de 'BILD', había trabajado muy duro para estar al 100% para ese partido y acabó quedándose en el banquillo de inicio. Es por ello que el escenario está abierto para que cualquier cosa pueda pasar de aquí a la próxima temporada. Kimmich ya valora la posibilidad de abandonar el Allianz Arena, sobre todo si Tuchel continúa al mando del banquillo.
No es un secreto para nadie que el FC Barcelona lleva varios años atentos al rendimiento de Kimmich, porque es uno de los perfiles que más gustan para reforzar el mediocentro. En el verano pasado, cuando tocaron la puerta, tanto el jugador como el cuadro muniqués se negaron a la posibilidad, además de que le tasaron en 60 millones de euros, una cifra que los azulgrana no estaban en condiciones de asumir.