Thiago Motta está haciendo una revolución en la Juventus de Turín. El nuevo entrenador del equipo bianconero ha decidido forzar la salida de varios jugadores, entre ellos, Federico Chiesa. El extremo italiano no fue incluido en la lista de convocados para medirse a un amistoso ante el Brest este sábado y está decidido que no continuará en la 'Vecchia Signora' el curso que viene.
Después del partido, que finalizó con empate 2-2, Motta confirmó a la prensa que "Chiesa y los otros jugadores que no fueron llamados al encuentro de pretemporada no formarán parte del proyecto". El técnico explicó que ha sido claro con todos ellos y que necesitan encontrarles un nuevo club lo antes posible. Otros que están en la lista de los que no entran en el proyecto de la nueva 'Juve' son Wojciech Szczesny, Weston McKennie, Mattia De Sciglio, el ex barcelonista Arthur Melo, Filip Kostic, Daniele Rugani y Hans Nicolussi-Caviglia.
El estatus del de Génova cambió de forma drástica en las últimas temporadas. Pasó de ser considerado como uno de los pilares del proyecto de la 'Vecchia signora' a un jugador completamente prescindible. La 'culpa' de todo esto la tiene la grave lesión de rodilla que sufrió en enero de 2022. El futbolista de la selección italiana fue diagnósticado con una rotura del ligamento cruzado que le mantuvo unos 270 días alejado del campo de juego y le ha generado constantes problemas musculares.
Desde ese momento, no volvió a ser el mismo. Antes del 'KO' era una estrella que se rifaba media Europa y desde entonces no ha podido mostrar la regularidad que se espera de un jugador de su talla y de su estilo de juego. Parece haber perdido parte de su explosividad para marcar diferencia y ahora es un jugador más previsible y con una situación delicada porque finaliza contrato en 2025. Es por ello por lo que los turineses, que no quieren renovarle, no desean esperar más y le buscarán una salida ahora.
El Barcelona podría ir a por Chiesa
Uno de los equipos interesados en darle la bienvenida al ex Fiorentina podría ser el FC Barcelona. El Barça está buscando un extremo zurdo y el italiano puede moverse por ambas bandas y podría encajar. Además, económicamente también encaja, ya que la dirección deportiva bianconera solicita solo entre 20 y 25 millones de euros por el jugador, a pesar de que tiene un valor de mercado de unos 40 millones en Transfermarkt. El mayor 'pero' es su nivel actual, ya que pese a tener solo 26 años nadie asegura que pueda recuperar su mejor versión. Ficharle sería tirar una moneda al aire que podría salir cara, pero que también podría salir cruz, razón por la cual no está nada claro que los blaugrana vayan a hacer esta apuesta.
Chiesa, por su parte, vería con buenos ojos un cambio de aires, por lo que no cierra la puerta a su salida. Equipos como la Roma, el Nápoles, el Chelsea y el Tottenham también han preguntado por él, por lo que los culés deberán moverse rápido si quieren ser los primeros en la lista de espera de la Juventus.