Llegó al Real Madrid en 2013, convertido en el jugador más caro de la historia en ese momento y como el más costoso en la historia del Santiago Bernabéu, algo que se destapó unos años más tarde para no enfadar a Cristiano Ronaldo. Gareth Bale debía ser sucesor del portugués, pero ni siquiera ha llegado a alcanzar sus propias expectativas. Le han 'matado' las lesiones.
Desde que llegó a España, el galés ha participado en 159 partidos vistiendo la zamarra 'merengue', pero en la cuenta salen muchos más: Su equipo ha disputado cerca de 250. En el camino quedan más de 20 lesiones de diferente consideración, en distintas zonas o en las mismas, pero con la sensación de que el de Cardiff, para lo que costó, ha sabido a muy poco.
Sale en las fotografías de dos finales, con un gol al Barça en la Copa del Rey 2013-14 y otro al Atlético en la de la Champions 2013-14, y ha dejado 70 tantos y 55 asistencias por el camino, algo escaso contando los 101 millones de euros que costó su fichaje.
Sin contar el añadido que supone su sueldo, cada encuentro disputado por Bale le cuesta al Madrid más de medio millón de euros, y cada una de sus dianas está valorada cerca de un 'kilo' y medio. Su presencia, además va bajando año tras año, de los 44 compromisos que disputó en el curso 2013-14 pasó a 48 el siguiente, y después 31, 27 y 9 en lo que va de campaña.
Opción de mercado
Mucho se discutió el pasado verano sobre si era conveniente desprenderse de Gareth Bale con las presuntas ofertas millonarias que llegarían desde el Manchester United, superando unos 100 millones de euros que ahora parecen difíciles de creer. Gareth Bale no encuentra soluciones a sus problemas físicos y el Madrid no se los encuentra a su tristeza, porque una de las esperanzas del equipo ni está ni se la espera. ¿Toca fichar en invierno?