El nombre de Antoine Griezmann sigue ligado al mercado de manera constante con la posibilidad de salir del Barcelona para aligerar la masa salarial y darle espacio a Messi en la plantilla y nómina. La ventana del Atlético de Madrid parece más abierta que nunca para el posible regreso del francés a la disciplina colchonera.
En función a esta posibilidad, el trueque sería la alternativa más viable y la primera opción es usar a Saúl a cambio, un jugador que busca el Barcelona hace mucho tiempo y ya tuvo hasta un derecho de tanteo sobre el jugador. En segundo plano, aparecen los nombres de Lodi y de Mario Hermoso.
En el caso de Saúl es una operación ganar-ganar, ya que el jugador español quiere salir y el Atlético busca su salida para dar espacio a un jugador más útil y efectivo dentro de la plantilla, mientras que en el Camp Nou verían con buenos ojos la llegada de un mediocampista de su perfil a cambio de un atacante que en principio, ya estaría cubierto con Messi, Memphis, Agüero y también Ansu Fati cuando se recupere.
Lodi puede darle profundidad a la defensa que ya cuenta con Piqué, Mingueza, Eric García y Araújo, aunque la llegada del brasileño daría posibilidades de blindar el lateral izquierdo y de ser necesario, jugar de central para que Mingueza sea alternativa por derecha en caso de salir Emerson Royal.
Pasa lo mismo con Hermoso, que llegando a la disciplina culé daría profundidad a la defensa y tanto él como Lodi ocuparían el puesto que dejaría Lenglet, candidato a salida junto a su compatriota Umtiti.
Muy adelantado
En vías de conseguirse esta posibilidad, Griezmann se encarga de darle pólvora al tema con sus vacaciones, que las pasa en Ibiza junto a su familia y un jugador colchonero, el capitán Koke. La presencia del mediocampista sería clave para que el regreso del francés sea bien aceptado en el vestuario y también, en la grada.
Lo mismo que Simeone, técnico rojiblanco que nunca quiso que se fuera Griezmann y ahora estaría encantado con su regreso, formando una dupla letal con Luis Suárez en ataque, aunque capitán y entrenador están conscientes que el tema va más allá de la aceptación del fanático y sus compañeros.
En caso de regresar, el salario podría estar entre los 10 y 12 millones de euros, lo que le asegura igualar o superar a Oblak, el mejor pagado, generando a futuro un posible problema con el esloveno que siempre se mantuvo fiel en el Wanda pese a poder ganar más dinero.