El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, habría terminado muy molesto por el hecho de que desde Brasil intentaran "inflar" el precio final de Douglas Pereira hasta los 12 millones de euros. A partir de ahora, el Barça podría fichar "en pareja"
Tal y como ha informado el diario "Sport", la junta presidida por Josep Maria Bartomeu tendría previsto tomar medidas para evitar que vuelva a darse en otra operación la polémica acaecida tras las negociaciones por el fichaje de Douglas Pereira, en que se descubrió que, pese a haber cerrado finalmente el fichaje a cambio de 4 millones de euros, desde Brasil algunos intermediarios intentaron cerrar el traspaso en 12 "kilos" para llevarse beneficios en forma de comisiones.
Al máximo mandatario azulgrana le habría molestado que en Brasil trataran de ineptos a los componentes de la junta directiva del FC Barcelona, y por ese motivo habría tomado una decisión sin precedentes de cara a los futuros fichajes de la entidad culé (mientras él esté en el mandato). A partir de ahora, el rotativo catalán asegura que el Barça fichará "en pareja". Es decir, que siempre viajarán dos representantes culés y no uno con el objetivo de cerrar todas las operaciones con la máxima seguridad económica y financiera, sin tretas de por medio.
El director deportivo Andoni Zubizarreta y sus "ayudantes" Albert Valentín y Raül Sanllehí, en conjunto con el vicepresidente Jordi Mestre, serán a partir de ahora quienes deberán combinarse en cada uno de los desplazamientos para cerrar fichajes y controlar las operaciones.
Posible estafa en el fichaje de Douglas
El FC Barcelona podría haber estado a punto de abonar este pasado verano un total de 12 millones de euros por hacerse con los servicios de Douglas Pereira, que finalmente terminó costando una tercera parte de esa cantidad. Ahora, Josep Maria Bartomeu habría abierto una investigación a través de su entorno de abogados para analizar cómo se trataron exactamente las negociaciones y todos los movimientos por el jugador brasileño con el Sao Paulo y un intermediario que también actuó en la operación, el agente Juan Figer, de quien se sospechan sus gestiones.