Uno de los jugadores de la UE Sant Andreu, equipo del grupo catalán de Tercera División, es Laro, un mediapunta zurdo de gran calidad que, además, es el hijo de Quique Setién, entrenador del primer equipo del FC Barcelona. La casualidad quiso que padre e hijo hayan coincidido en la Ciudad Condal en la presente temporada, algo que facilita las cuestiones familiares por la cercanía.
Antes del estado de alarma y de la detención de todas las competiciones a causa del coronavirus, Quique Setién se había dejado ver en alguna ocasión por el Narcís Sala, estadio del equipo en el que milita Laro. Por su parte, el jugador 'cuatribarrado' también concedió en su día numerosas entrevistas acerca del puesto de su padre y, de hecho, le siguen haciendo preguntas en referencia al FC Barcelona.
Este martes, Laro ha sido noticia cuando le han preguntado por el hipotético fichaje de Neymar, delantero del Paris Saint-Germain, por el FC Barcelona. Ha sido a través de la función 'Stories' de la red social Instagram. "¿Te gusta Neymar para el Barça?", le preguntaron, a lo que él respondió, a través de su cuenta personal, "creo que Neymar es de lo mejor, así que sí, Neymar al Barça por favor, jajaja".
Laro, que llegó al Sant Andreu meses antes de que su padre llegase a firmar por el FC Barcelona, tiene claro que Neymar sería un fichaje ideal para el equipo que entrena su progenitor. Habría que ver qué piensa el propio Quique Setién acerca de esta posible incorporación, pero caso con plena seguridad estaría encantado de poder contar con el regreso de uno de los mejores jugadores del mundo.
Traer a Neymar, una misión complicada
El pasado verano, el FC Barcelona ya intentó abordar el regreso de Neymar al Camp Nou, pero el Paris Saint-Germain tuvo unas exigencias económicas imposibles para el club catalán. Se frustró en esa ocasión la llegada del brasileño, aunque el propio futbolista tenía el deseo expreso de volver a vestir de azulgrana. Un deseo que todavía no se ha esfumado.
El Barça irá a por Neymar nuevamente este 2020, pero la crisis económica que se ha generado tras el parón de las competiciones por el coronavirus es un obstáculo importante. Los ingresos han bajado en picado, por lo que ni los culés ni ningún otro equipo podrán abordar operaciones multimillonarias. Dadas las circunstancias, la entidad catalana y Neymar dependerán de que el Paris Saint-Germain acepte un intercambio de futbolistas.