Un central de perfil zurdo cobra especial importancia en el fútbol moderno para clubes que buscan tener el dominio casi total del balón e intentar crear cada jugada desde la línea más retrasada del equipo. Es por ello que en el FC Barcelona ha sido una necesidad que durante varias etapas se ha intentado que pueda quedar solucionada pero no ha terminado siendo posible, al menos a mediano y largo plazo.
Ahora, con Xavi Hernández y un estilo aún más apegado a lo que es el juego de toque del Barça, la plantilla tiene cuatro centrales y todos ellos de perfil diestro: Jules Kounde, Ronald Araujo, Andreas Christensen y Eric Garcia. Para suplir esta carencia, el míster quiso apostar por Marcos Alonso en algunos encuentros, también por culpa de las lesiones, y en muchos momentos se notó lo tremendamente útil que puede resultar ese perfil natural de un central zurdo.
El historial le juega en contra al central vasco
Toda esta situación ha llegado a este verano después que las últimas apuesta de este estilo, Lenglet y Umtiti, salieran en calidad de cedidos al no contar para el cuerpo técnico del egarense después que ambos defensores fueran claramente de más a menos durante su etapa como jugadores culés. De hecho, ambos están nuevamente en la rampa de salida para ahora sí ser traspasados de manera definitiva en este 2023.
Con los antecedentes de los dos zagueros galos, también pasaron Vermaelen -muy golpeado por las lesiones- y Mathieu, quien llegó en 2014 para ocupar el eje central zurdo, pero también el lateral izquierdo. A esos últimos cuatro rendimientos tendrá que enfrentarse Iñigo Martínez, quien como varios de los ya nombrados llegará para un rendimiento más a corto plazo, como lo demuestra su contrato hasta 2025 con el Barça.
Iñigo debe buscar los ejemplos positivos en el Barça
A falta de comunicado oficial, Iñigo se vestirá de azulgrana por las próximas dos temporadas e intentará buscar que su rendimiento por el Camp Nou sea mucho más similar a lo que dejó, por ejemplo, Éric Abidal. El francés fue utilizado en muchos momentos por Pep Guardiola como central y utilizó todo su físico y técnica para rendir al mejor nivel dentro de un equipo que maravilló a Europa durante varios años.