El FC Barcelona trabaja contrarreloj para poder reunir los 120 millones de euros que cuesta Antoine Griezmann y pagar su cláusula de rescisión a lo largo de este mismo viernes 12 de julio. Los barcelonistas no quieren esperar más y esperan poder depositar todo el dinero en la sede de la LFP hoy mismo, con el objetivo de acabar con el culebrón. El abojado del punta ya está en la sede de la LFP para pagar la cláusula.
El motivo por el que los azulgranas se han dado tanta prisa en reunir los 120 'kilos' es porque Griezmann termina oficialmente sus vacaciones este 12 de julio. El astro francés estaba citado para incorporarse a la pretemporada el pasado domingo, pero decidió no acudir argumentando que tenía 30 días de vacaciones disponibles por ley.
Pero esos días de vacaciones acaban este viernes, con lo que si no quiere tener más problemas con el Atlético, el internacional por Francia debería presentarse el sábado a los entrenamientos de su todavía equipo en Los Ángeles de San Rafael. El Barcelona querría evitarle ese mal trago a su futuro futbolista y por eso trabajan para poder pagar la cláusula este viernes y que no tenga que volver a entrenar con el Atleti.
El sábado y el domingo la LFP está cerrada, con lo que si no se pudiera pagar este viernes, el Barça tendría que esperar hasta el lunes. Eso sería un contratiempo para un Griezmann que no quiere acabar peor con el Atlético y su afición. Además, si se pagasen los 120 millones este viernes, el galo podría sumarse a la pretemporada azulgrana el lunes 15.
Todos los jugadores, excepto los internacionales que hayan jugado la Copa América o la Copa de África, están citados este domingo para pasar las pruebas médicas y empezar los entrenamientos el mismo lunes. La idea del Barcelona sería pagar la cláusula para que Griezmann pueda incorporarse directamente a la pretemporada culé.
Griezmann espera en Madrid
El delantero colchonero ya ha regresado de sus vacaciones y espera en su casa de Madrid a que se resuelva todo. Su esperanza es que todo se haga este viernes para poder viajar a Barcelona y estampar su firma en el nuevo contrato que le unirá a los barcelonistas para las cinco próximas campañas. Todo es cuestión de horas y el galo aguarda con ganas y nerviosismo el desenlace.